El ministro espera por la UIA, que lleva los planteos contra la inflación y los controles. Foto: Archivo El Litoral
En la década K, la argentina pasó del superávit al déficit con el gigante oriental, con 90 % de incidencia en el rubro fabril.
El ministro espera por la UIA, que lleva los planteos contra la inflación y los controles. Foto: Archivo El Litoral
De la redacción de El Litoral
Cristina Fernández de Kirchner recibirá esta tarde al canciller chino Wang Yi, y Axel Kicillof se reunirá el lunes a la mesa de la Unión Industrial Argentina. La mayor porción del déficit de la balanza comercial argentina es con el gigante asiático, y a su vez la porción más significativa es en productos manufacturados.
Según un cálculo de Dante Sica, el economista que estará el 30 de este mes en Santa Fe invitado por la Federación Industrial de la provincia, en los últimos 10 años, las importaciones industriales pasaron del 36% al 90 % de las compras argentinas al exterior, por la incidencia del intercambio con China.
Muy lejos está la realidad del anuncio de Néstor en 2004, cuando vaticinó inversiones chinas por U$S 20 mil millones. En la década kirchnerista, la Argentina pasó de un superávit de U$S 1.762 millones a un déficit de 5.033 millones con el gigante oriental.
Más aún, la constructora oriental Gezhouba Group participó de la propuesta para invertir U$S 4.500 millones en las represas Cepernic y Kirchner, en Santa Cruz, pero el aporte fue observado por el Bank of China y demandará más esfuerzos del canciller Héctor Timmerman, que este mediodía se reunía con el canciller chino en el Palacio San Martín.
En la facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en el marco de seminarios por la relación del país con el gigante asiático, se advirtió que por cada millón de dólares de importaciones metalmecánicas que el país realiza, se pierden entre 10 y 12 puestos de trabajo industriales, a los que el “relato” dice defender.
El foro se puso en marcha para analizar el impacto que podría tener en el país la ralentización de la economía china, que creció en el primer trimestre del año un 7,4%, es decir 4,6 puntos por debajo del tope en la segunda mitad de 2010.
Régimen de control
Más allá del complicado frente externo, Kicillof deberá afrontar en su almuerzo con la UIA los reclamos del comité ejecutivo de la entidad fabril que preside Héctor Méndez. Los empresarios resisten el régimen que les exige brindar información de sus costos al gobierno a nombre del control de precios, en medio de la polémica por la demanda a la Casa Rosada para que la inflación baje y de la respuesta de Jorge Capitanich, que dijo que los industriales no deben subir los precios.
La Casa Rosada quiere poner la lupa sobre la contabilidad de empresas que facturaron más de 183 millones de pesos en 2013, y 250 millones para las intermedian.
El secretario de Comercio, Augusto Costa, prorrogó hasta el 26 de este mes la entrada en vigencia del régimen. Los industriales le reprocharon al funcionario lo que denominan “aspectos jurídicos” de la norma, por lo que algunos de ellos no descartan recurrir a la Justicia para evitar dar a conocer los datos, ya que consideran que en los requerimientos de la Secretaría de Comercio hay información “sensible y confidencial” sobre planes de negocios.
El dato Tasas que enfrían