“Moyano y Barrionuevo quieren un paro matero, dominguero, porque están negociando un acuerdo con el gobierno”. Jorge Altamira defendió los piquetes cuestionados por la Casa Rosada y los sindicalistas; las banderas del Partido Obrero coparon buena parte de las imágenes de la jornada de protesta.
Altamira justificó que “la huelga es un acto coercitivo” y un recurso “no democrático”. Explicó que los trabajadores que deciden la medida de fuerza se protegen así de las represalias de las “patronales” con eventuales “despidos”.
“Los piquetes existen en el mundo -no en la argentina kirchnerista- desde hace 200 años”. aseguró. A su criterio los trabajadores “se organizan para que nadie deflexione, para asegurar que una medida extraordinaria para paralizar la producción no sea en vano”, dijo en declaraciones a Radio Mitre.
“La burocracia de los sindicatos no sólo no ha organizado piquetes sino que el paro fue decretado por ellos; no hubo asambleas”, acusó Altamira. Y señaló que el obrero “tiene que apropiarse conscientemente del hecho extraordinario que va a vivir; tiene que ser un sujeto del proceso” con “conciencia de su protagonismo” porque es quien sufre “las consecuencias del ajuste”.
A manera de ejemplo señaló que Hugo Yasky maneja el sindicato de obreros de Fate pero los trabajadores votaron ir al paro y hacer un piquete “para proteger al que quiere parar”. Y no olvidó al “burócrata eterno” -en referencia a Barrionuevo en el gremio de los gastronómicos- que es “dueño de hoteles y de casinos”.
Respecto del gobierno aseguró que es la Casa Rosada la que ejerce “coacción” cuando paga bajas jubilaciones. “El reclamo más importante es el aumento a jubilados; es una coacción aunque lo haya votado el congreso; roban aportes jubilatorios.
“Nosotros lo tomamos en serio, no es un juego. Es una confrontación con una clase más fuerte que nos puede despedir”, cerró Altamira.