Télam
Pedro Reynaldo Flores, encargado del edificio rosarino de Salta 2141, relató ante la justicia los momentos previos a la explosión ocurrida hace un año y aseguró que en medio de una nube de gas y tierra pensó ‘que si cruzaba ese palier iba a morir‘.
‘Me di cuenta de que si cruzaba ese palier iba a morir, sabía que eso iba a explotar porque era gas acumulado, el ruido era aterrador‘, contó el hombre de 49 años que había trabajado durante los últimos seis como portero de edificio siniestrado el 6 de agosto de 2013.
Flores logró cruzar pese al estruendo de la fuga de gas que, unos minutos después, provocó la explosión que derrumbó una de las tres torres y dejó 22 víctimas fatales.
Según su testimonio, ese día recibió al gasista Daniel Osvaldo García y a su ayudante, Pablo Miño, quienes iban a cambiar el regulador principal del edificio.
García ‘bajó sus herramientas y se dirigió a abrir la tapa donde está la entrada general del gas. Yo le digo que tenga cuidado, y él me dice que no había problemas, que iba a cerrar la llave general‘, contó.
Luego ambos subieron hasta el piso octavo para encender el calefón de un departamento y cerciorarse de que el suministro estuviera interrumpido.
El gasista prendió el calefón, ‘lo puso al máximo y abrió la llave de agua caliente. Me pide que me quede con Luisina (la propietaria del departamento) controlando el calefón y me comenta que la llave de paso no cerraba‘, relató.
‘En cinco minutos siento que se abre la puerta del departamento de Luisina y empiezo a sentir un ruido muy fuerte, me dirijo hacia el ascensor y empiezo a sentir que el sonido era muy extraño y pensé que algo no estaba bien‘, dijo ante la justicia y agregó que al bajar por las escaleras ya se sentía ‘olor a gas‘.
Al llegar ‘al primer piso, veo que la escalera se ponía más oscura. Cuando logro llegar al palier principal, me paré y me di cuenta de que iba a morir, y pensé si me metía al sótano o salía a la calle. Sólo pensé en mi familia‘, narró.
‘Miré el palier principal hacia la calle -continuó- y vi que era todo un humo negro. Me di cuenta de que si cruzaba ese palier iba a morir, sabía que eso iba a explotar porque era gas acumulado, el ruido era aterrador, y decido salir a la calle por ese laberinto negro‘, siguió su relato el portero.
En la calle encontró al gasista, que llamaba por su teléfono celular a la concesionaria Litoral Gas para advertirle del escape.
‘Yo le gritaba que iba a matar a mucha gente inocente, le decía: ‘Qué hizo, qué hizo‘‘, recordó el portero.
El gasista se subió a la camioneta y abandonó el lugar hacia la sede de Litoral Gas, según declaró más tarde a la justicia.
Flores dijo que corrió ‘por la calle Salta hacia Oroño y le gritaba desesperadamente a la gente en los vehículos que se alejaran, que eso iba a ser una mortandad‘. Y concluyó: ‘Me doy vuelta, miro hacia el edificio y veo que todo estalla, que todo volaba por los aires‘.