Heladerías: Sigue la pesadilla

Danilo Chiapello - [email protected]

Dos heladerías ubicadas sobre la avenida López y Planes fueron blanco de la delincuencia en las últimas horas.

Se trata de la Manalú (en López y Planes y Perú) y la Veneto (de López y Planes al 3900), ambos negocios ubicados en barrio Barranquitas.

En sendos atracos quien comandó las acciones fue un delincuente solitario, el que actuó de manera rápida, armado y a cara descubierta.

Sin mayores trámites el delincuente redujo bajo amenazas a la empleada para luego hacerse del dinero de la caja. Logrado su propósito se dio a la fuga a bordo de una motocicleta. En un caso escapó solo y en el restante acompañado por un compinche.

Es de hacer notar que la heladería Veneto de referencia es el tercer robo que sufre de manera casi consecutiva.

Estos casos quedaron denunciados en la seccional 6ta. que interviene por jurisdicción.

Escalada sin fin

Los amigos de lo ajeno parecen haber encontrado en las heladerías un blanco fácil.

Como dato vale mencionar que sólo en la segunda quincena de noviembre los negocios de este rubro sufrieron una decena de atracos.

Lo que sigue son apenas algunos de los hechos que pudimos conocer.

* Heladería Grido, de Gral. Paz y P. Ferré. La noche del martes 27 de noviembre, cerca de las 22, un sujeto arremetió contra dicho local. El individuo portaba un arma de fuego y se movilizaba a bordo de una camioneta Ford F 100. Su acción se frustró gracias a que los encargados lo vieron venir y alcanzaron a cerrarle la puerta.

El malviviente escapó en dicho vehículo.

Poco después agentes policiales interceptaron la camioneta en Galicia y Rivadavia. Allí detuvieron a dos sujetos, de 26 y 27 años, a quienes se les secuestró una réplica de pistola

* El 24 de noviembre un arriesgado ladrón fue el que ingresó a la heladería Grido, de Facundo Zuviría al 4100, barrio Fomento 9 de Julio. Quien llevó la peor parte fue la empleada que resultó encañonada y despojada de la recaudación. El malviviente fugó en una moto.

* La noche del 22 de noviembre dos delincuentes arremetieron contra la Grido de bulevar Gálvez y Mitre. Uno de los rufianes ocultaba su rostro con un casco. En cuestión de segundos los empleados fueron reducidos y encerrados en el baño del local. Los cacos se llevaron el dinero y fugaron.

* La Grido de Facundo Zuviría y Quintana no escapó a esta oleada. Esta vez fue el mediodía del 18 de noviembre cuando un delincuente ingresó, y dio claras muestras de tener un arma de fuego bajo sus ropas. Tras amenazar a la empleada se llevó una gruesa suma de dinero.

* El 30 de noviembre fue uno de los “turnos” que le tocó a la heladería Veneto. Poco antes de la medianoche un hombre ingresó al local de López y Planes y Domingo Silva. Tras exhibir un arma se alzó con el dinero de la caja registradora.

* La misma Veneto había sufrido una similar incursión días atrás, en plena siesta, cuando recibió la “visita” de un sujeto que tras amenazar a la empleada se llevó todo el dinero.

* El 18 de noviembre los cacos hicieron de las suyas en la heladería Portobelo, de San José y Vera. Aquí fueron dos rufianes los que se llevaron no sólo el dinero de la caja, sino que además también sumaron a su botín los teléfonos celulares de las empleadas.

* El 28 de noviembre fue el “turno” de la heladería Colussi, ubicada en la esquina de Urquiza y Catamarca. Autores ignorados hicieron estallar uno de los blíndex y sustrajeron desde el interior un plasma, pese a que habían sonado las alarmas.

* Por último la heladería Trevi, de P. Díaz Colodrero y Siete Jefes también sintió el rigor de la delincuencia. La madrugada del 19 de noviembre alguien destrozó el blíndex del local para luego robarse la caja registradora con dinero.

Preocupación

En nuestra edición del viernes dimos cuenta del testimonio de Leonardo del Río, quien es un franquiciado de las heladerías Grido.

El nombrado regentea 4 heladerías. En 5 años sufrió 31 asaltos y sólo en los últimos diez días padeció 5 robos a mano armada.

“Tenés que seguir, pero así no se puede”, dijo a este diario. “Yo pago mis impuestos, cumplo mi parte. Pero quienes tienen que dar seguridad no cumplen la suya.

Hasta el momento fueron 31 veces, y una con un tiroteo. Y hasta ahora he tenido suerte que no hubo que lamentar desgracias mayores. Pero esto es todo los días.... “¿Hasta cuándo vamos a aguantar?

“Los empleados comienzan a decirte que tienen miedo, que están pensando en irse. “¿Y qué les vas a decir?

“Yo nos le puedo prometer que no les va a pasar nada. Que se van a terminar los robos. Nos han robado hasta con rejas.

“El único momento en que aflojaron los robos fue cuando en la calle estaban esos policías que le decían los caminantes.

“Yo lo único que pretendo es trabajar tranquilo. Yo pago alquileres, sueldo, impuestos, doy trabajo, en fin... cumplo mi parte. Pero me parece muy desigual lo que recibo de la otra parte.

“Aquí hay algo que no funciona. Yo pago los impuestos y el Estado no me devuelve nada. Falla la seguridad, la educación, la salud...

“Lo único que pido es que cumplan con su parte”, sentenció.