Area Metropolitana: AREA-01
La Municipalidad realizará una encuesta
¿Cómo repercute el casino en la vida diaria de los santafesinos?
 No importa la hora. Los taxistas llevan gente al Casino desde las 7 de la mañana. Foto:Archivo El Litoral

La falta de plata es una percepción generalizada entre los santafesinos. Algunos responsabilizan al casino y consideran que la gente se gasta todo ahí y no le queda resto para comprar o salir a comer afuera; para otros no es tan así. Si bien el casino fue pensado como un atractivo para el turismo, muchos santafesinos ya pasaron por sus salas.

"Hay falta de plata. Recién estamos a día 17 y la gente no tiene un peso. Eso es por el casino. No te das una idea la cantidad de veces que llevamos y buscamos gente que va a jugar", reflexionaba un taxista a mediados del mes pasado, uno de los tantos que aseguran que a toda hora, personas Äde todas las edades y sectores socialesÄ van al casino a ver si pueden hacer realidad el sueño de salvarse.

"Hay gente que arranca tempranito: a las 7 de la mañana ya está en el casino jugando "una fichita'. Se ve de todo: hombres, mujeres, jóvenes, gente que tiene plata y otros que no tienen un peso y se juegan las pocas monedas que tienen", asegura otro de los taxistas, conocedores privilegiados del trajín cotidiano de la ciudad.

Todavía no existen encuestas o estudios que proporcionen datos objetivos acerca de la incidencia del casino en la vida de la ciudad. Sin embargo, en diferentes lugares y de boca de distintas personas se escuchan comentarios que ayudan a construir cuál es la percepción que tienen los santafesinos de esta nueva casa.

Para conocer la procedencia y nivel socio-económico de los visitantes del centro de entretenimientos, el municipio local comenzará a realizar una encuesta la semana que viene. Así lo informó a El Litoral el secretario de la Producción, José María Chemes. En caso de que provengan de otras ciudades, se indagará por cuánto tiempo se quedan, dónde se alojan y qué otras actividades piensan realizar en Santa Fe.

Fuera de circuito

La plata apostada es dinero que sale del circuito comercial. Beatriz y José, un matrimonio joven, razonan de esta manera: "Antes de que estuviera el casino, salíamos a comer afuera o a tomar algo. Ahora, hay veces que preferimos comer en casa y después darnos una vuelta por el casino. Es una salida más, pero para no gastar tanto cambiamos ir a comer afuera por ir a jugar un rato".

Restaurantes y bares son los principales perjudicados. La postal que se puede ver un viernes o un sábado por la noche contrasta con la imagen de hace tres o cuatro meses. Donde antes había que hacer reserva o cola para conseguir una mesa para comer, hoy hay lugar de sobra. "La gente va mucho al casino durante la semana, entonces cuando llega el viernes o el sábado ya no le queda plata para gastar", piensa Andrés, un joven santafesino.

Luis Hediger, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Santa Fe es prudente en sus comentarios: "Estamos sintiendo una falta de consumo, pero no podemos adjudicarle la culpa al casino. Hay que tener en cuenta la coyuntura económica que vivimos a nivel nacional. Eso impacta en la gente que sale a comer o a tomar un café".

Asimismo, asegura que "el gastronómico es celoso. Cualquier empresario de este rubro ve que el estacionamiento del nuevo centro está lleno y que en su bar o restaurante hay mesas libres, y enseguida responsabiliza al casino. Pero hay que tener cuidado al hacer este tipo de análisis; es necesario ver qué es lo que uno hace para atraer a los clientes".

Los de afuera

En el primer mes de funcionamiento, más de 200 mil personas visitaron el casino. ¿Quiénes son?, ¿de dónde provienen?, ¿vienen, juegan y se van?, ¿visitan otros lugares de la ciudad?, ¿van a comer afuera?, ¿se hospedan en algún hotel?

"No vemos un cambio entre los meses previos a la apertura del casino y los posteriores a la inauguración. No hay una relación entre la gente que viene al casino y la que se hospeda en nuestro hotel", explica el gerente del Castelar. Esta misma opinión es compartida por los responsables de los hoteles Río Grande y Hostal.

Asimismo, señalan que sólo el fin de semana de la inauguración se vio más movimiento, pero no podrían especificar si se debió a la inauguración del casino o porque se trataba de un fin de semana largo.

En tanto, desde la Asociación Hotelera Gastronómica de Santa Fe aseguran que el último mes hubo un incremento de la demanda hotelera, pero que es propio de esta época del año, una de las más favorables para nuestra ciudad, y aclararon que no pueden discriminar si los pasajeros vienen convocados por el nuevo casino.

Hediger aporta un dato interesante: "Se ve mucho movimiento de gente, pero no pernoctan en la ciudad, sino que vienen en colectivos de lugares cercanos a la ciudad. Traen los contingentes a las 9 de la noche, los dejan en el casino y a las 2 de la mañana pegan la vuelta".

Preocupación

Si bien un estudio del Centro Comercial, que abarca los meses julio y agosto de este año, señala que el 60 % de los comerciantes ve como positiva la apertura del casino, actualmente este sector expresa su preocupación.

"La idea era que el casino atrayera gente de afuera y más plata, no que se quedara con la plata de los santafesinos", indica Tomás Vallejos, presidente del Centro Comercial.

En este sentido, remarca que "la mayoría de las personas que va a jugar es de acá, con lo cual, se está quitando ese dinero para otras cosas, como comprar o salir a comer". Vallejos considera que se pueden implementar estrategias para promover el casino como un atractivo turístico, más que como una opción para la gente de Santa Fe.

No es raro ver en el casino a los jóvenes limpiavidrios de la avenida Alem, quienes aprovechan la tranquilidad de la siesta, para probar suerte en las maquinitas, apostando sólo un par de centavos. También es común escuchar a empleados que no cobran más de $1.200 lamentarse por haber perdido 100, 200 ó 300 pesos en el casino, es decir, buena parte de su sueldo.

En este sentido, Vallejos lamenta que la apuesta mínima para las máquinas tragamonedas sea sólo 5 centavos, con lo cual cualquiera puede hacer una apuesta, incluso el que no tiene demasiado dinero. "Están haciendo un casino para pobres", reflexiona.

¿Reducir el horario?

Los diputados provinciales Leonardo Simoniello y Darío Boscarol (Frente Progresista Cívico y Social) presentaron un proyecto para que el casino no permanezca abierto las 24 horas del día.

"Se han detectado situaciones que merecen una discusión para lograr un servicio que por un lado sincere una oferta adecuada acerca de la temática del juego y por el otro reduzca el impacto en el resto de la actividad productiva y comercial de las zonas cercanas", aseguran en los fundamentos del proyecto.

"Se puede observar la innecesaria apertura de los mismos en ciertos horarios que desdibujan notablemente la perspectiva con la cual se pretendieron estas salas en su origen", continúa.

En este sentido señala una discusión que se mantuvo en la ciudad de Santa Fe en torno a que "por un lado se pensó en su impacto turístico productivo, ante una clara posibilidad de aliento a este perfil y por el otro se avaluaron los impactos del propio mercado interno".

De la redacción de EL Litoral