El asma bronquial afecta en Argentina a más de 4,5 millones de personas, lo que representa alrededor del 10% de la población. Se trata de una enfermedad respiratoria crónica que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es especialmente frecuente en niños y adolescentes, según el director científico de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, Martin Maillo (MP 3635).
El profesional explicó a El Litoral que “el asma es una enfermedad crónica, lo que significa que acompaña al paciente durante largos periodos de su vida, o incluso durante toda su vida. Si bien la mayoría de los casos son leves a moderados, existen casos más severos que pueden provocar exacerbaciones, afectando gravemente la calidad de vida y requiriendo atención médica de urgencia”.
El asma es una enfermedad crónica.
Causas del asma
El asma puede ser desencadenada por una combinación de factores genéticos y ambientales. El profesional señaló que “la predisposición genética juega un papel importante, ya que puede hacer que una persona sea más propensa a desarrollar la enfermedad. Además, los factores ambientales, como la exposición a alérgenos, también influyen en la aparición o el empeoramiento de los síntomas”.
“Entre los alérgenos más comunes en Argentina se encuentran los ácaros del polvo, que se encuentran en el interior de los hogares, los pólenes, las cucarachas, los epitelios de animales y los hongos ambientales. Las personas alérgicas o con antecedentes de alergias en la familia deben tener especial cuidado para evitar la exposición a estos alérgenos y prevenir el desarrollo o el empeoramiento de la enfermedad”, remarcó el entrevistado.
Es importante que los padres de niños con asma hablen con su médico pediatra de cabecera
Impacto en la calidad de vida
El asma puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. “Los síntomas frecuentes pueden limitar la capacidad de relacionarse socialmente, participar en actividades deportivas o realizar ejercicio físico. Además, puede afectar el rendimiento escolar y laboral, y contribuir a otros problemas de salud, como el sedentarismo, el sobrepeso, la obesidad y los trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad”, informó Maillo.
Por otro lado, el profesional informó que el riesgo de exacerbaciones súbitas del asma es otra preocupación importante, ya que puede llevar a la persona a requerir atención médica de urgencia o a ser hospitalizada. Además, el deterioro de la función pulmonar y las complicaciones relacionadas con el uso excesivo de medicamentos, como los corticoides, son posibles riesgos a largo plazo.
“El diagnóstico del asma se basa en el cuadro clínico, los antecedentes familiares y la historia de síntomas del paciente. Los médicos realizan una evaluación clínica, que incluye un examen físico y pruebas diagnósticas adicionales como la espirometría (estudio de la función pulmonar), análisis de laboratorio y radiografías, para confirmar el diagnóstico”, explicó el entrevistado.
En cuanto al tratamiento del asma Maillo dijo que “se divide en dos categorías principales: los medicamentos preventivos o controladores, que incluyen corticoides inhalados, y los medicamentos de alivio de síntomas, que se utilizan cuando el paciente experimenta manifestaciones de la enfermedad, como un aumento de los síntomas o dificultades durante el ejercicio físico”.
Es fundamental que los pacientes sigan las indicaciones de sus médicos y utilicen los medicamentos de forma adecuada. El uso excesivo o inadecuado de ciertos medicamentos, como el salbutamol, puede llevar a problemas de salud relacionados con los efectos secundarios de los fármacos.
Martin Maillo enfatizó sobre la importancia de que los padres de niños con asma hablen con su médico pediatra de cabecera para identificar la gravedad de la enfermedad y recibir orientación sobre el manejo adecuado. En algunos casos, puede ser necesario derivar al niño a un especialista en alergias o neumología para obtener el tratamiento más adecuado.
El especialista será el encargado de guiar a los padres y pacientes hacia los mejores tratamientos disponibles y de brindarles información sobre cómo evitar la exposición a los factores desencadenantes del asma. Por ejemplo, las personas alérgicas a los ácaros deben tomar medidas para minimizar la exposición, como usar protección respiratoria cuando se manipula la ropa de cama o se realiza una limpieza profunda en el hogar.
Investigación en asma
Maillo señaló que “el asma bronquial es un foco de investigación constante en Argentina, con varios estudios en curso sobre nuevos tratamientos farmacológicos o nuevas indicaciones para medicamentos existentes. Estos esfuerzos buscan encontrar tratamientos más específicos y simples para cada paciente, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y controlar la enfermedad de manera efectiva”.
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