Aparte del problema con la provisión de medicamentos, los afiliados al Pami continúan con el servicio de sepelios cortado desde hace más de 5 meses (noviembre del año pasado) por la caída de los contratos a nivel nacional con estos prestadores.

Martín De Azcuénaga, director de la delegación local del Pami, definió a la situación como "crítica" y dijo que "se está tratando de solucionar caso por caso sobre la marcha".

Indicó que en este momento hay dos opciones para los que deban hacer uso del servicio de sepelios. Por un lado, se paga la factura y la obra social le reintegrará un monto. "Lo que reconoce el Pami es entre 450 y 500 pesos a nivel nacional", señaló Azcuénaga, aunque reconoció que los tiempos para la devolución del dinero suelen ser extensos.

Por otra parte, el sector de afiliados más comprometido económicamente, hasta hace poco, conseguía el cajón fúnebre a través de Asoem, certificando su situación de pobreza. Pero ante la cantidad de pedidos, el servicio colapsó y se dejó de prestar.

Ante esto, Azcuénaga señaló que la delegación local de la obra social, a través del área de Acción Social, se hará cargo de algunas solicitudes. "Estamos implementando el servicio como podemos, porque entendemos que ésta es una urgencia que no puede esperar", indicó.

Agregó que "hay otro grupo que puede abonar una cuota mensual en una cochería privada, por lo que no tiene problemas".

Sobre las negociaciones a nivel nacional, Azcuénaga acotó que "se están llevando a cabo conversaciones con los prestadores a fin de poder reanudar este servicio".

En una nota ofrecida a El Litoral, el presidente de la Asociación de Empresas Fúnebres, Francisco Rosciani, mencionó que el Pami le debe a la provincia por sus afiliados 4.300.000 pesos por servicios fúnebres brindados entre los años 95 y 96, a lo que se suma la deuda correspondientes a varios meses del 2001.