Comenzó el juicio por el asesinato de Lecuna
Dos de los imputados intentaron "despegarse" del crimen. El que prestó el vehículo "no sabía" para qué iban a usarlo. Otro dijo que "no sabía que tenían armas".


Buenos Aires.- Dos de los imputados por el crimen del empresario Miguel Lecuna, esposo de la actriz Georgina Barbarossa, intentaron hoy, en el primer día del juicio oral, despegarse del homicidio con el argumento de que no sabían lo que iba a ocurrir al tiempo que denunciaron amenazas.

Antonio Arregui, quien presuntamente prestó a un amigo el taxi en el que fue asaltado y asesinado Lecuna (por esa razón está acusado de "partícipe necesario de robo agravado por el uso de armas") se manifestó ajeno al crimen que, según dijo, desconocía.

Pero en ese contexto, denunció ante el Tribunal Oral Número 2 haber recibido "todo tipo de amenazas", que incluso se hicieron extensivas a sus familiares.

Del relato de Arregui se desprendió que prestó el vehículo de alquiler a Gabriel Gómez -otro de los imputados- sin saber que con él se planeaba cometer un crimen, aunque sí admitió saber que "iban a usar el coche para robar plata".

Ese relato, casi autoincriminatorio, fue el primer dato saliente de la jornada de hoy, en la que los jueces Silvia Mora, Alejandro Martín Becerra y Hugo Boano intentan establecer qué fue lo que ocurrió el 2 de noviembre de 2001, cuando Lecuna fue asesinado.

Pero además, Arregui recordó que cuando le fue devuelto el taxi y halló manchas de sangre en el interior, recibió de labios de otro de los imputados, Oscar Barros, la advertencia: "Cerrá bien la boquita porque tu familia es boleta".

Aquellas amenazas habrían tenido su correlato esta semana, previo al inicio del juicio, ya que según Arregui el último lunes "dos mujeres" visitaron a su esposa en su domicilio y también la intimidaron.

Visiblemente atemorizado, Arregui trató de rehuir las preguntas que le formularon los camaristas.

Acuchillado


Lecuna fue asesinado el 2 de noviembre de 2001, cuando el taxi en el que viajaba por el barrio porteño de Palermo fue interceptado por una camioneta Trafic de la que bajaron dos hombres que subieron al vehículo de alquiler.

Una vez en el interior, los asesinos redujeron a Lecuna presuntamente con la intención de robarle, pero en un aparente forcejeo lo hirieron con un objeto punzante y huyeron del lugar.

Lecuna quedó tirado en la calle; lo recogió una ambulancia y lo trasladó al Hospital Rivadavia, donde finalmente murió.

Tras varias pistas falsas, un testigo de identidad protegida suministró el dato preciso sobre dónde se encontraba el taxi en el que Lecuna había sido atacado, y el hallazgo del rodado que -pese a estar lavado- aún tenía manchas de sangre, permitió esclarecer el caso.

No sabía que iban a utilizar armas


Otro de los imputados que declaró en la audiencia de esta mañana, Walter Omar Jorge, también dijo que "no sabía" que en el atraco "se iban a utilizar armas".

Jorge, quien conducía la camioneta que interceptó al taxi en el que viajaba Lecuna, aseguró: "Si lo hubiera sabido, Lecuna estaría vivo porque yo no hubiera permitido que se cometiera el hecho".

Luego de esos testimonios el tribunal pasó a un cuarto intermedio de 15 minutos, tras los cuales sorpresivamente fue prohibido el acceso de la prensa a la sala de audiencias.

Georgina


Georgina Barbarossa aprovechó el cuarto intermedio para salir de la Sala y tomar un breve contacto con la prensa, en el que reiteró su "confianza en Dios y la Justicia" para el esclarecimiento del caso. La conductora televisiva permaneció todo el tiempo con un rosario aferrado entre sus manos.

Antes de ingresar a la sala de audiencias, Barbarossa había pedido a la gente que "rece mucho" para que el crimen de su marido "se aclare".

Vestida con un saco de lana color crema, pantalones beige y anteojos oscuros, Barbarossa se mostró extremadamente tranquila y relajada: "No sé por qué me llamaron como testigo porque yo no estuve en el momento del hecho. Mis abogados me dijeron que responda todo lo que me pregunten; yo no tengo nada que ocultar, de modo que así lo haré", anunció la conductora.

Barbarossa asistirá hoy y mañana al juicio, según anunció, pero no concurrirá a las audiencias posteriores: "Yo tengo que trabajar y mantener a mi familia. Ese es mi lugar".

La mujer tiene previsto declarar esta tarde ante el tribunal.

En la sala de audiencias se encuentran, asistiendo a las audiencias, Gabriela Arias Uriburu y la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú.

Tras la reanudación de la audiencia, el tribunal decretó poco después de las 12 un nuevo cuarto intermedio hasta la tarde, cuando continuarán declarando los imputados.