Grupo de Cine es un trío de realizadores santafesinos independientes surgido hace más de quince años para demostrar que aun con mínimos recursos, en estas latitudes es posible hacer cine de ficción, rubro en el cual acreditan varias realizaciones sobre textos literarios locales e internacionales. Ahora encaran su primer documental.
Integrado por Diego Soffici, Carlos María Gómez y Julio Hiver, han invitado en la oportunidad a Rosa Gronda, que tiene en su haber otro corto documental sobre la escritora y laquista Beatriz Vallejos, estrenado a fines de 2002 con producción del Taller de Cine y Video de la UNL.
El personaje elegido es Eduardo Costa, uno de los escasos artistas plásticos argentinos que acaba de representar al país en la flamante Feria internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (Arcor).
Militante de los grupos que se expresaban en ámbitos como el desaparecido instituto Torcuato Di Tella, amigo del sociólogo Oscar Masotta, quien le dedica un destacado espacio en su libro Happening, Costa es muy reconocido en el ámbito del arte moderno fuera del país y en Buenos Aires, pero prácticamente desconocido en el interior. El desafío para los realizadores del documental pasa por dar a conocer esta figura polifacética que cree firmemente en la fuerza y el futuro del nuevo arte latinoamericano.
Representante de una generación que impulsaba una estética innovadora, interesada en la participación interactiva y los medios de comunicación, Eduardo Costa viajó muy joven a Nueva York donde expuso con mucho éxito sus objetos de fashion ficcion o moda-ficción junto a Andy Warhol. En esa época conoce a personajes como Salvador Dalí y Octavio Paz quienes se interesaron en sus creaciones.
Múltiple y polémico, Costa es profesor de Letras egresado de la UBA donde fue alumno de Borges y Ana María Barrenechea. En poesía experimentó con textos concebidos para ser escuchados en vez de leídos. Escribió también letras de rock para el grupo Virus a mediados de los ochenta: "Luna de miel" y "Encuentro en el río musical".
Admirador de la obra del precursor Marcel Duchamp, Eduardo Costa estudió los motivos fundamentales de ese artista rupturista creador de los ready made u objetos manufacturados que podían elevarse por voluntad del artista a categoría de obra de arte.
Fundamentalmente Costa es conocido en todos los museos de arte moderno del mundo como representante del arte conceptual, en cuyo marco ha iniciado lo que se conoce como "pintura tridimensional" o "pintura volumétrica" consistente en dar volumen a la pintura, construyendo sin el tradicional soporte de tela o madera. De esta forma trabaja también el espacio interno del objeto, algo que lo ubica como un artista que anticipa el futuro, es decir el arte del siglo XXI que busca la síntesis de líneas complejas y simples, como este caso en que integra una factura artesanal y temática ingenua junto a una extrema innovación conceptual.
El documental de Grupo de Cine decide tomar al personaje a partir de su decisión de reinsertarse en el país luego de un periplo de treinta años. La película parte de ese anclaje en el presente, que lo encuentra con la mayor parte de su obra embalada en paquetes que saturan su departamento porteño y a partir de allí, recorre el pasado del protagonista, quien permanentemente remarca su intención de no quedar fijado en ninguna etapa de la historia del arte que no sea la permanente proyección hacia el futuro. La intención del trabajo es mostrarlo en sus diferentes facetas de artista innovador pero preocupado por la ética y el misticismo que, en su particular concepción, animan la obra de arte.