"Neruda: poeta del imaginario" es el nombre de la muestra que está recorriendo el mundo desde el año pasado y que hasta el viernes está en el hall del Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral, Bv. Pellegrini 2750.

La prepararon el Centro Extremeño de Cooperación Iberoamericana (Cexeci) y la Asociación de Universidades Grupo Montevideo, con motivo de la conmemoración de los cien años del nacimiento del escritor chileno, que fue el año pasado.

Y nos metimos uno dentro del otro, ella rodeándome como un agujero, yo quebrantándola como quien golpea una campana, pues ella era el sonido que me hería y la cúpula dura decidida a temblar. Cada texto elegido está acompañado de imágenes, las que tomó el fotógrafo y director del Cexeci, Miguel Rojas Mix.

Son más de veinte gigantografías que proponen un diálogo entre la palabra y la imagen y que remiten todo el tiempo a la vida del poeta, porque ahí están los objetos personales, esas cosas que lo rodearon en sus casas de Chile y que hasta les dedicó una oda: AMO las cosas loca, locamente. Me gustan las tenazas, las tijeras, adoro las tazas, las argollas, las soperas, sin hablar, por supuesto, del sombrero... También contempladas en el papel.

Diccionario, no eres tumba, sepulcro, féretro, túmulo, mausoleo, sino preservación, fuego escondido, plantación de rubíes, perpetuidad viviente de la esencia, granero del idioma. Y está el diccionario y las botellas y su cama y su copa cargada con vino tinto y los mascarones de proa y María Celeste.

El investigador mexicano Raúl Trejo Delarbre cuenta que en su casa de Isla Negra pendía de un barandal del primer piso una de sus mascaronas, la más pequeña, que había sido parte de un barco francés y el poeta la bautizó María Celeste. "Neruda solía contar que Salvador Allende se la quiso arrebatar".

En esa casa las formas copiaban una embarcación, "con la pequeña mesa con mirada al mar que según la leyenda fue construida con el tablón que un día avistó acunado por las olas distantes, la barra del bar tras la cual solía apostarse para preparar cocteles cuando lo visitaban sus amigos, la sala cercada por los famosos mascarones de proa que reunió por todo el mundo y el dormitorio en donde las pequeñas dimensiones de la cama son tan sorprendentes como la modestia del vestuario que permanece allí, expuestos a 135 km de Santiago de Chile", describe el mexicano en un artículo.

Por su parte, el periodista y docente cruceño, Javier Méndez Vedia, agrega más elementos a la descripción cuando relata con respecto a los mascarones de proa que "todas son mujeres y a todas las consideraba sus novias. El único mascarón que por ser masculino es una rareza, ío tenía en calidad de eunuco, cuidando a sus enamoradas".

"En el bar cada amigo tenía un vaso. No permitía a nadie instalarse detrás de la barra, donde preparaba los tragos que le pedían. En los transversales de madera del cielo raso están grabados los nombres de los amigos muertos".

Catalejos, mapas, botellas de colores, arena de sitios ignotos, piedras, conchas y mariposas son algunos de los objetos que se dedicó a guardar durante los 69 años de vida, "no podía tener otro pasatiempo que devorar el mundo", sentencia Méndez Vedia.

... Mis poemas no han comido poemas, devoran apasionados acontecimientos, se nutren de intemperie, extraen alimento de la tierra y los hombres.

Las gigantografías obligan, a todos los que pasan por el hall universitario, a detenerse frente a una palabra, una imagen, un detalle y así los acerca a la obra y vida del Premio Nobel de Literatura 1971. Por tal motivo, Damián Rodríguez Kees -director de cultura de la UNL- destaca la función didáctica de la muestra que inaugura el ciclo de exposiciones que impulsan las Direcciones de Cultura y de Cooperación Internacional de la universidad.

"Esta exhibición trata de reconstruir el mundo de las cosas que constituyen su imaginario, y asocia sus poemas a las fotos que Rojas Mix aporta hace años para un libro que publicó con el título `Las cosas de Neruda' ", precisó Rodríguez Kees.

Sitios webs consultados poesía.org.ve; raultrejo.tripod.com; laprensa.com.bo.

. Catalejo: tubo extensible que sirve para ver a larga distancia.

. Concha: cubierta, formada en su mayor parte por carbonato cálcico que protege el cuerpo de los moluscos y que puede constar de una sola pieza o valva, como en los caracoles; de dos, como en las almejas, o de ocho, como en los quitones. Se aplica este nombre al caparazón de las tortugas y al de los cladóceros y otros pequeños crustáceos.

. Eunuco: hombre castrado que se destinaba en los serrallos a la custodia de las mujeres.

. Extremeño: de Extremadura, una de las diecisiete Comunidades Autónomas con competencias legislativas que existen en España. Situada al sudoeste de la Península Ibérica.

. Imaginario: que sólo existe en la imaginación. Concepción popular y colectiva que se tiene de la realidad cultural, social y política de una comunidad, que puede tener fundamento real o no.

. Mascarón de proa: figura colocada como adorno en lo alto del tajamar de los barcos.

. Omnívoro: que se alimenta de carne y vegetales.

. Túmulo: sepulcro levantado de la tierra.

EL DATO:El Dato

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, que es su nombre verdadero, nació el 12 de julio de 1904, en el pueblo de Parral, Séptima Región de Chile.

En 1921 viajó a Santiago donde ganó su primer premio literario y publicó su primer libro "Crepusculario".

El 21 de octubre de 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el tercer latinoamericano en obtenerlo, en Estocolmo (Suecia) de manos del rey Gustavo Adolfo VI. Dos años más tarde, el 23 de setiembre de 1973, falleció en Santiago, legando a su patria y al mundo entero un patrimonio monumental de hombre y poeta.