El llamado de la selva

La película muestra gran calidad en su definición gráfica. Foto: Agencia Télam.. 

POr Juan Ignacio Novak

La llegada de las vacaciones de invierno no permanece ajena a las carteleras cinematográficas, que se encuentran por estos días colmadas de propuestas para el público infantil. Entre ellas Madagascar despunta como una de las más llamativas, en la medida en que se luce como un seguro pasatiempo para toda la familia. Integrando algunos elementos de la mirada corrosiva de Shrek con el humor más ingenuo de El Espanta Tiburones, los realizadores consiguen componer una liviana y entretenida fábula de animación, que denota un cuidado trabajo en los aspectos visuales y sonoros.

La acción se construye sobre la historia de cuatro animales que son habitantes -o para ser más exactos son las estrellas- del zoológico de Nueva York. Allí pasan sus días placenteramente sin jamás preguntarse cómo es el mundo más allá de los muros. Hasta que inesperadamente, por una serie de circunstancias, se embarcan en una aventura que los depositará en la lejana isla de Madagascar. De la necesaria adaptación que los personajes deben asumir para afrontar el nuevo hábitat que los rodea, se vale la historia para generar divertidas situaciones.

Las cualidades de cada uno de los personajes están muy bien definidas, pese a que la escasa duración del film no permite desarrollar demasiado sus distintas aristas. Alex el león es un gran vanidoso, Mellman la jirafa, hipocondríaco y obsesivo, Gloria una hipopótamo perspicaz y Marty una cebra sumamente inquieta. En otro orden, la parte técnica de la película está realmente muy lograda, se nota una evolución muy grande desde que los estudios hicieron sus primeros trabajos a través de la animación. En el caso de Madagascar, la gran calidad gráfica es un rasgo que no puede dejar de señalarse.

Hasta ahí todo está plasmado con innegable profesionalismo, pero lo mejor del film está dado en las secuencias donde se integran a la acción los cuatro pingüinos, también habitantes del zoológico, que tienen la intención de desertar a la civilización y regresar a su hábitat natural, que por supuesto no conocieron nunca. Estos personajes conforman una especie de "grupo comando" especializado en fugas y sabotajes, y responden a los insólitos nombres de Skipper, Private, Kowalski y Rico. Casi todas las escenas donde aparecen son intensamente divertidas, sutiles y por sobre todo muy ingeniosas.

Finalmente, como no podía ser de otra manera, están todos los componentes necesarios para que la película cautive al público predominantemente infantil al que va dirigida: personajes entrañables, una historia bastante sencilla pero que en ningún instante pierde la gracia, canciones pegadizas y un gran cuidado en la ilustración de los personajes. Pero es necesario aclarar que los adultos no la van a pasar nada mal, sino que se van a divertir considerablemente. Incluso, el film se permite algunas momentáneas y atinadas sátiras de películas exitosas de los últimos tiempos, como Náufrago, y Belleza americana.

Madagascar

(USA, 2005), dirección: Eric Darnell y Tom McGrath, doblaje en español: Paco León (Alex), Alexis Valdés (Marty), Gonzalo de Castro (Melman), Belén Rueda (Gloria), Manel Fuentes (Skipper), Eduardo Aldán (Private), Arturo Valls (Kowalski); guión: Mark Burton, Billy Frolick, Eric Darnell y Tom McGrath; producción: Mireille Soria, música: Hans Zimmer, montaje: H. Lee Peterson; Dirección artística: Kendal Cronkhite.

Calificación: Buena.