NUESTROS RECUERDOS
Pasión por el fútbol
A los 15 años hizo su debut en la primera división de Sanjustino jugando en los torneos que organizaba la Liga Esperancina, luego, junto a Colón de San Justo, pasaron a la Liga Santafesina.

Carlos A. Yesciani

Hablar de Norberto "Chijí" Serenotti, y decir pasión por el fútbol es lo mismo, es que "Chijí", pasó su vida con su inseparable redonda, el balón de fútbol.

Hoy nos recibió en su casa, mate de por medio, con ganas de hablar de su gran entusiasmo por el fútbol.

Muy pronto, el 22 de enero va a cumplir 67 años, nos contó que hace 8 años está jubilado como tesorero de la Municipalidad de San Justo, donde trabajó 35 años. Hace 36 años que está casado con Kela, que atiende su negocio de zapatería. Tiene dos hijos, Alejandro viviendo en Córdoba, que le regaló una nieta Sofía de 10 años y Luciano, que vive en San Justo.

En la charla, "Chijí" relató: "A los 10 años comencé a jugar al fútbol en los torneos Evita, en el club Sanjustino, el técnico era el correntino Rolón un gran jugador y ganamos el torneo y ahí salí goleador.

Cuando tenía 15 años debuté en la primera división en la Liga Esperancina donde jugaban Sanjustino y Colón de San Justo, luego los dos clubes pasaron a la Santafesina.

A los 17 años tuve la gran oportunidad para jugar en Newells, cuando tenía todo organizado para irme definitivamente y quedarme a vivir en Rosario, el día anterior al viaje, en un partido amistoso, me fracturé la tibia de la pierna derecha, tuve que estar un año sin jugar para recuperarme, y me perdí la oportunidad de jugar en Rosario.

En esa época no había técnico, dice Serenotti, la comisión armaba el equipo y todos mis compañeros eran mayores", sentenciaba.

Equipo destacado

"En la década del 60 teníamos el un gran equipo en Sanjustino, jugaba Michea, Alfonso, Cucho Maidana y la delantera la formaban Néstor Tola Scotta, Palma, el Chato Córdoba, Manolo Jiménez y yo.

Con el "Chato" Córdoba nos entendíamos de memoria, y también con el "Tola" Scotta que era muy rápido y hacía muchos goles", reflexiona con nostalgia.

"En esa época integré varias veces el seleccionado de la Liga Santafesina, y dos veces llegamos a la final en la ciudad de Mendoza, recuerdo a compañeros como Mottura, el "nene" Escalante y grandes amigos en la prensa de Santa Fe como Ricardo Porta, Hugo Sánchez y el "gordo" Osuna que siempre estaban en los partidos.

Sabalero y el Santos

"A los 24 años Colón, me adquirió a préstamo, el presidente era Italo Jiménez, jugábamos en el torneo de la B, luego tuve la suerte de jugar frente al Santos de Brasil, me acuerdo de una anécdota que mientras viva no me la voy a olvidar: mientras estábamos en el vestuario antes de enfrentar al equipo de Brasil, nosotros veníamos de perder frente a Platense en Buenos Aires, estaba Romero de Laguna Paiva que era nuestro arquero suplente, y nos dijo a mí y al "Ploto" Gómez, "Yo no sé para qué hacen estos partidos, esos negros nos van a hacer diez". "Ploto" y yo le dijimos: íMira si le ganamos...! a lo que el respondió: "solamente dos locos como ustedes pueden pensar eso", y pasó eso.

Participé en la jugada del gol del empate, lo desbordé en velocidad al marcador Lima y envié el centro para que el paraguayo Fernando López que entraba por el medio, hiciera el gol. Y después el segundo gol: nosotros pateamos un corner, saltó el arquero Gilmar junto a unos jugadores más, y la pelota se le escapó de entre las manos y atrás estaba "Ploto" Gómez que le puso la cabeza y la mandó adentro. Después cuando faltaba muy poco para terminar el partido, Pelé saliendo del círculo central nos pateó la pelota y la misma rebotó en el medio del travesaño. Ahí nos salvamos. Cuando terminó el partido los "negros" se querían morir, venían de una racha invicta jugando con los grandes de Buenos Aires.

Al año siguiente, Italo Jiménez, de quien guardo los mejores recuerdos, vino a San Justo, a comprar mi pase pero los directivos de Sanjustino pusieron un precio imposible de pagar y no pude continuar con los sabaleros. Después me llamaron de Unión, y fui a arreglar. Me acuerdo que estaba Cocco, el fantasma Ruiz, entre otros. En ese momento el micro salía para Buenos Aires y ellos estaban en el club esperando para viajar. Cuando tenía todo listo un directivo de Sanjustino, me pidió la mitad del sueldo que iba a cobrar en Unión, para que el club pueda traer a un jugador como Borgogno para reemplazarme cosa que no acepté y me quedé en San Justo, y comencé a trabajar en la Municipalidad".

La recta final

Los últimos años como futbolista los pasó en Peñarol de Rafaela. Ahí jugó dos temporadas con el chaqueño Zimermann que después jugó en Colón, pero se le complicaba viajar a la Perla para practicar y no podía dejar el trabajo en la Municipalidad.

"Cuando volví, a los 29 años, en Sanjustino me dijeron que ya estaba viejo, entonces "Mente" Bertola dirigente del club Colón de San Justo y gran amigo me llevó para Colón ahí jugué hasta los 36 años en primera división y en los torneos regionales, recuerdo a grandes amigos y compañeros como Miguelito Restelli, Romero, Noceda, Homilka, los Scotta y los hermanos Claría, Luis Torres del Sel.

En ese torneo le ganamos al equipo de Formosa, luego jugamos contra Mandiyú de Corrientes y también contra Chaco For Ever y logramos varios campeonatos de la Liga".

Comparando el fútbol de antes con el de ahora, -Serenotti analiza- "siempre digo que antes era muy distinto, ahora es todo fuerza, meter, y correr. Antes en un equipo de los 11 jugadores 9 sabían con la pelota, hasta los defensores manejaban bien el balón, ahora es a la inversa uno o dos saben con la pelota y los otros son atletas meten, corren y prevalecen el físico..."

Podemos hablar con Chijí, horas y horas de fútbol, con más de 21 años de fútbol en primera división, los recuerdos son innumerables, pero lo que más destaca en él, es la gran cosecha de amigos, eso si, aún pronto a cumplir 67 años, está reponiéndose de una molestia en la cintura, para volver a prenderse en los picaditos del fútbol 5, y seguir al lado de su mejor amiga, la pelota de fútbol.