Colón 1968: fue protagonista del Nacional y quedó a tres puntos del título
Cuatro décadas de un "equipito por el que nadie daba nada"
Sanitá y Orlando (los jugadores), Pardo, Gigliotti, el "Piri" González y Daniel Díaz (los dirigentes), en un equipo que se armó con dos pesos y que casi dio el batacazo.

Enrique Cruz (h)

Fueron llegando de a uno. Con impecable vestimenta, Emilio Pardo, Pablo Gigliotti, Rodolfo "Piri" González y Daniel Díaz, quien se da el gusto de decir que es uno de los dirigentes de mayor permanencia en la institución y tiene razón: ya ayudaba siendo muy joven en aquellos tiempos del primer ascenso, y hoy continúa siendo el tesorero de Colón. O sea, casi 45 años trabajando por la institución, aunque con su buena presencia disimule el ineludible paso del tiempo. Después fueron "cayendo" los ex jugadores. Jorge Sanitá, un ilustre a la hora de nombrar glorias rojinegras, y otro que se lleva gran parte del cariño y reconocimiento, como Orlando Medina, que además de participar de aquellos inolvidables momentos de gloria, después fue el "bombero" que se encargó de apagar el fuego cuando el equipo, tanto en la B como ya en Primera, se quedaba sin entrenador.

-¿Por dónde arrancamos, muchachos? - Sanitá: Voy a dar el puntapié inicial. Hubo un personaje por todos conocido de aquellos tiempos, que fue De la Cruz Rodríguez. Él ayudó a Italo y a los dirigentes de ese entonces a armar el equipo que ascendió. Recuerdo que después de haber ganado el campeonato, al año siguiente, en el 66, un día me lo cruzo y le pregunto por qué no lo dejó a Alejo Medina y a Obberti, y me dijo que no estaban para Primera. Me sorprendió, porque ellos vinieron a jugar a Colón de clubes de Primera. Y Pepe Canevari también había jugado en Primera, pero se fueron.. -Era buen jugador Pepe, ¿no? - Sanitá: íJa...! Arrancó de wing derecho, pero el que venía para jugar ahí era Orlando Medina. Un día lo agarré a Pepe y le pregunté por qué quería jugar de wing, y me dijo que era para triunfar en el fútbol argentino. "Andate al diablo -le contesté-, vos no tenés que jugar ahí". Al poco tiempo se rompe la rodilla Juancito Castro, en un partido con Italiano. La gente de Colón no se acuerda de él, pero era un jugadorazo. Una de las últimas jugadas de su vida, en ese partido en cancha de Ferro, donde ganábamos 2 a 1 pero nos tenía apretado Italiano, fue brillante. Viene la pelota y él, que caminaba la cancha porque no podía más, la para con la pierna lastimada, con la otra mete un puntín y la clava en un ángulo: 3 a 1 y respiramos todos.- Gigliotti: Y bueno, ahí Pepe va a jugar al medio y Orlando pasa de wing. El 8 era el Pulga Ríos, el 5 era Sebastián García y a Orlando no le daba para jugar en el medio, tenía que jugar arriba, porque ahí definía. -En el "65 el capitán era Sanitá. ¿Siguió siendo en el "68? - Sanitá: No, el capitán era Mareque... Es que, en realidad, Colón me quiso eliminar ese año y aprovecharon de una artrosis que tenía en el tobillo para sacarme. El doctor Abraham de a poco me fue componiendo y me curé. En mi puesto jugaba Lezcano. Yo tenía la posibilidad de jugar en Paraguay. Anteriormente, me habían buscado de Boca y de Independiente. Entonces, como Colón me debía plata, me dijeron que me fuera y que arreglara. El "8" de Cerro Porteño, de apellido Ruiz, pasó a Olimpia en 1.000.000 de pesos y por mí pidieron 15 millones. íMe pegaron una estampilla en el culo y me mandaron de vuelta! Cuando llego, se produjo el cambio de técnico y agarró Jim Lopes. Ese día, Colón había ganado un partido ante Newell's, creo que 4 a 2. En el aeropuerto estaban Jim Lopes, que se volvía a Buenos Aires, Nimo, que había dirigido, y Nahum Kesler, el dirigente. Entonces, el viejo Lopes, me pregunta: "¿Qué hace usted acá?". Le expliqué, y me dijo que vaya el martes. Jugué dos partidos seguidos en reserva, ante Tigre y San Lorenzo, y ya estaba en la primera. -El buen torneo de ese año fue el Nacional, ¿no? - González: Claro, y terminamos a tres puntos de los tres punteros, que definieron en el famoso triangular: River, Vélez y Racing. Pero para tranquilidad de Jorge Sanitá, él estuvo desde el principio anotado. Nosotros hicimos un listado oficial, pero en Buenos Aires, con la mano, agregamos varios nombres, entre ellos Drago. Por eso, protestaron algunos partidos, porque Drago, Grilli, Giombi, Ferreyra y otros no estaban en la lista original, pero él siempre estuvo anotado..- González: ¿Se acuerdan de Miguelucci, el arquero?... Arrancó como titular pero en un partido que empatamos con Atlanta 3 a 3, terminamos con una bronca bárbara... El título de los diarios fue: Colón 3 - Miguelucci 3... Y dijo Ítalo, vamos para la sede y le rescindimos el contrato a Lezcano y a Miguelucci. íYa! Les mandamos el telegrama a los dos y al otro día se aparecieron. Lezcano se puso a llorar apenas entró a la sede y nos pidió que no le hagamos eso, que se le terminaba la carrera. Y nos prometió que se iba a "portar bien". . -¿Y Miguelucci? - González: Y bueno, justo llega Miguelucci y se sienta... Arriba de su cabeza, había un cuadro con un banderín que nos había regalado Huracán... Yo veía la intención de Ítalo y me cambié de lugar, dije que ahí no se veía muy bien para poder escribir... Miguelucci le dice a Ítalo: "Está bien, me voy, pero antes me pagan lo que me deben". "íAh sí! -le dijo Italo- ítomá!". Pum, pum. Los tiros pegaron en el cuadro del banderín, y le volvió a gritar: "íTomá a cuenta!, ¿querés más?"... No sé cómo hizo Miguelucci, pero pegó un salto por arriba de la mesa, salió a la puerta y empezó a correr por calle San Jerónimo, y atrás Ítalo gritándole: "íVení!, ívení que me falta pagarte...!". Nunca más apareció por el club.- Medina: Sí, Ítalo era así... A mí me cuentan que nosotros estábamos jugando y él sacaba el revólver, le apuntaba al árbitro y le decía a los que estaban al lado: "¿Qué hago, lo mato?", y los otros le agarraban la mano.- Gigliotti: En el vestuario, él se ponía la mano en el bolsillo y dejaba ver el mango del revólver... Yo tengo la foto del equipo de 1968 que me obsequió el plantel y fue porque jugábamos un partido con Huracán, en Santa Fe. Por los parlantes, siento que me llaman a las boleterías, que se ubicaban debajo de las torres grandes que estaban en la popular de J.J. Paso. Me apersono y me dicen que estaba el oficial de Justicia con un escrito, donde se llevaba toda la recaudación. Un tal Lacasa nos intervenía la boletería. Tuve que salir y mostrarle a los proveedores, que hacían cola, que no les podía pagar. í¿Se imaginan las puteadas de todo el mundo?! El tipo juntó la plata y se fue... A eso de las 11 de la noche, me llama. Me invita a ir a su casa, vivía en calle Jujuy, y voy. Llego y me da todo el dinero menos la comisión. ¿Comisión de qué?, le pregunto. "Porque a esto lo armé yo", me dijo. Fue una maniobra por la que debimos ir presos los dos. Y toda la plata fue para los jugadores, por eso me regalaron la foto.- Medina: Ese equipo era bárbaro, hasta teníamos al Negro Moreyra que volteaba gente como loco. Recuerdo un partido contra Quilmes, noqueó a un montón... Jim Lopes tuvo mucho que ver. Cuando llegó, dijo: "Éste es el equipo", y así fue.. -¿Era brasileño Jim Lopes? - Sanitá: No, era argentino y se fue a vivir allá. Su verdadero nombre era Alejandro Galán.- Pardo: El era boxeador, se había enemistado con el padre y como no quería que lo reconocieran, se cambió de nombre. En Brasil, eliminaron el boxeo en ese tiempo, entonces quedó en banda. Fue ahí cuando se puso a preparar físicamente un equipo y cuando lo echaron al técnico, agarró él. No sabía nada de fútbol, pero de tanto escuchar hablar de fútbol, aprendió. Vino a la Argentina a dirigir a River y a Independiente. Una cosa de locos.- Medina: Nos obligaba a jugar a dos toques, el que hacía tres toques iba para afuera. A mí me favoreció mucho, porque yo era rápido y dinámico. Yo tuve dos socios espectaculares en ese equipo: Borgogno, que jugaba de 8, y el otro era Balbuena. Recuerdo una frase que tenía el viejo Jim Lopes: "Si venís es porque vas y si vas es porque venís". Y del otro lado, lo teníamos al Pato Colman, que andaba muy bien, y por el medio estaba Can Can, que andaba derecho para el arco. Y atrás teníamos a Lezcano, que había salido campeón del mundo con Peñarol y por más vueltas que uno le dé, era un jugador superior. Yo recuerdo que ese año jugué con un fuerte dolor. Un día no podía más y me acuerdo que me agarraron Lezcano y Mareque y me metieron otra vez en la cancha. Hoy les agradezco a los dos, porque si me hubiese ido, quizás cuando volvía no era el mismo. Y me habría perdido de ir a Boca al año siguiente.- Díaz: Yo era un pibe pero ya estaba en el club desde el "64... Nunca me voy a olvidar de un partido que le ganamos a Racing, en el "68, que venía de salir campeón del mundo.- Pardo: Hay una persona que ayudó mucho a Ítalo Giménez, que fue el doctor Casabianca. Y los chicos, sus hijos, siguieron con esa costumbre. Es algo que no quiero dejar de mencionar, porque más allá de que son unionistas, a Ítalo lo respetaron y lo quisieron.- Sanitá: Yo podría haber jugado en Independiente y en Boca, y hasta podría haber ido a la selección. Pero el Gallego Giménez pedía fortunas por mí. Me acuerdo que Artime pasó de River a Independiente por menos plata que la que pedían por mí. Y en lugar mío, a Boca, fue el peruano Meléndez, un defensor excepcional... Pero el Gallego se portó bien conmigo... En realidad, todos se portaron bien conmigo. Por ahí me quejo, pero Colón me dio todo.- Medina: Si el equipo del 65, en lugar de desmantelarlo, lo hubieran reforzado con tres o cuatro jugadores podríamos haber hecho un campañón. Se fue Alberto Ríos a Vélez, yo y Cardozo pasamos luego a Boca, Alejo Medina siguió jugando en Primera, Obberti se fue a Newell's... Obberti era un delantero espectacular. Con él y Alejo Medina, se fueron un montón de goles..- Díaz: Del 64 al 68 fue una época gloriosa de Colón, yo era muy joven y por eso quizás lo vivía con mayor intensidad. íHemos ido a cada cancha! En cambio, hoy entrás con el colectivo hasta la puerta del vestuario... Las épocas son incomparables.- González: Además, fue una época en la que varios dirigentes a nivel general quisieron que la ciudad estallara. Desde don Marcos Bobbio, pasando por don Riobó Caputto y otros. Bueno, Ítalo se preguntó, en ese entonces, por qué no salir campeón.- Gigliotti: Cuando la gente del Santos firmó el contrato en el "64 y se enteró de que Colón había jugado en la C hacía dos meses, no quería venir. Entonces, Ítalo amenazó con ir a la AFA y a la Fifa. Una vez le preguntaron si no era una odisea pretender jugar con el Santos. Y dijo que sí, que era una estrategia más que una odisea. Si perdíamos, era con el Santos, que venía de matar en Europa. Y si ganábamos, pasábamos a la historia, como ocurrió. Un iluminado.- Pardo: Y eso le dio vía libre a lo del 65..- Medina: Sí, claro... Y repito que fue una lástima que se desarmó ese equipo... Ahora me pongo a pensar en un muchacho que vino de Mitre, que estaba militando en la D, de apellido Carou; después, un arquero, Mincheli, que venía de una liga del interior de Buenos Aires; Pezzot, que estaba jugando en Talleres de Remedios de Escalada, y así podríamos seguir nombrando otros que llegaron con poca chapa a jugar en Primera, y se fueron otros que eran diez veces mejores, como Alejo y Obberti, por ejemplo..- Sanitá: El mejor arquero que tuvimos en ese entonces, fue Errea...- Medina: El Flaco Errea era un fenómeno, yo no jugué con él en Boca porque estaba el Tano Roma. -Muchachos, si seguimos no paramos hasta que aquella campaña cumpla 41 años... - Medina: Te repito lo que dije hace un rato: por ese "equipito" del "68 nadie daba nada y casi pasamos a la historia...

El torneo de la "mano de Gallo"

Ese Nacional de 1968 fue el recordado torneo que terminó con Vélez campeón, luego de vencer en el petit torneo en el que también intervinieron River y Racing.

Precisamente, cuando Vélez se midió con River, con el arbitraje de Guillermo Nimo, se produjo aquella recordada mano de Gallo, el marcador lateral derecho de Vélez, que el particular árbitro no vio.

Colón terminó a tres puntos de estos tres equipos, debajo de Rosario Central y Boca, que cosecharon 21, contra 22 de los que definieron el certamen y 19 de Colón, que aventajó en la tabla a Los Matadores de San Lorenzo, campeones del Metropolitano de ese año.

No le fue mal a Colón contra los tres equipos que igualaron el primer puesto. Con River empató 1 a 1 en Santa Fe (Balbuena para Colón y Solari para los millonarios), a Vélez le ganó 3 a 1, también en el Centenario (Orlando Medina y dos de Can Can Ceballo para los sabaleros) y a Racing se le ganó 4 a 2 en Santa Fe (Tardivo, Sanitá y dos de Can Can Ceballo, descontando Martinoli y Perfumo para quienes un año antes se habían consagrado campeones del mundo).

El equipo-base de Colón en ese torneo fue con Drago; Mellit, Lezcano, Sanitá y Mareque; Lo Bello, Tardivo y Colman; Balbuena, Orlando Medina y Ceballo. También alternaban Borgogno, Jáuregui y Ferreyra, entre otros.