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Inauguraron la mezquita
más grande de Sudamérica

El presidente Fernando de la Rúa y el príncipe heredero del reino de Arabia Saudita, Abdula Bin Abdulaziz Al-Saud, inauguraron el Centro Islámico de Buenos Aires, que contiene la mezquita más grande de Sudamérica.

Durante la ceremonia, en la que estuvo presente el ex presidente Carlos Menem, De la Rúa destacó que la Argentina garantiza la libertad de culto, que no hay enfrentamientos étnicos ni religiosos, y que el cristianismo, judaísmo y el islamismo tienen "una convivencia rica" en el país.

"En la Argentina sentimos el orgullo de que los orígenes étnicos y religiosos no son motivo de división ni enfrentamiento sino de fructífero intercambio, de buena vecindad y de solidario compromiso", remarcó el primer mandatario.

El príncipe heredero de Arabia Saudita resaltó, también, que la inauguración de este gran centro islámico en la Argentina es un símbolo de que "el gobierno argentino defiende la convivencia, rechaza la discriminación y garantiza la apertura a todas las religiones".

En su discurso, Abdulaziz Al-Saud también dedicó un "agradecimiento especial" a Menem por el "apoyo y colaboración" para la concreción del centro cultural islámico que lleva el nombre del rey Fahd de Arabia Saudita.

El ex presidente -ovacionado en varias oportunidades durante la extensa ceremonia- fue el que cedió los amplios terrenos en el corazón del barrio de Palermo para la construcción de la mezquita que ocupa una superficie total de 36.000 metros cuadrados.

De la Rúa, en cambio, fue uno de los principales opositores a la donación cuando ocupaba una banca como senador debido a que los terrenos pertenecían a la Ciudad de Buenos Aires, pero la cesión fue autorizada finalmente por una ley nacional.

El jefe de Estado recordó durante su discurso las "intensas gestiones" realizadas por el entonces embajador saudí en la Argentina y también que fue su antecesor quien colocó la piedra fundamental del centro islámico.

Estructura edilicia

El centro contiene una mezquita y dos instituciones educativas y su realización demandó una inversión de unos 22 millones de dólares. La comunidad musulmana en el país está calculada en 800.000 fieles.

De la Rúa no hizo ninguna mención a la polémica que había generado la construcción de la gran obra, pero su oposición de entonces le valió que en la inauguración tuviera un recibimiento bastante más frío que el dado a su predecesor.

Menem no pudo ocultar su satisfacción por los muchos aplausos recibidos y porque el propio príncipe heredero de Arabia Saudita haya bajado del estrado que compartía con De la Rúa especialmente para saludarlo.

"Es grande la riqueza de una comunidad cuando sabe incorporar la diversidad y el diálogo como una dimensión que la hace crecer en humanidad", remarcó el jefe de Estado, durante la ceremonia, a la que llegó acompañado por el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.

También estuvo presente la vicejefa de gobierno porteño, Cecilia Felgueras, y el secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, único integrante -junto con el canciller- del gabinete nacional.

El menemismo, en cambio, desembarcó masivamente con la presencia del ex presidente, su hija Zulemita, sus hermanos Eduardo y Munir, el ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan y ex secretario de Cultura y ex embajador en Portugal Jorge Asís, entre otros.