Area Metropolitana

Buenos Aires (C).- El fracaso del intento de ingresar al país una ambulancia donada por el hospital Maimónides de Nueva York, con destino al hospital Cullen de Santa Fe, volverá a repetirse de no mediar cambios en la normativa vigente, que no contempla situaciones especiales ni las carencias vitales de nuestra sociedad.

Por un acuerdo de Cancillería con el Senado de la Nación, que firmaran en su momento el ex ministro Guido Di Tella y Eduardo Duhalde en su paso por la vicepresidencia, toda donación de equipos que ingresa desde el exterior a la Argentina pasa por la Secretaría de Acción Social del Senado.

Esa oficina es la que ha autorizado, por ejemplo, el ingreso en los últimos meses de camas ortopédicas donadas al hospital Clemente Alvarez, que atiende las emergencias en Rosario.

Es también en virtud de ese convenio que la directora de Coordinación y Gestión de la Cámara alta, Margarita Muñoz, fue la encargada de comunicar la imposibilidad de llevar a buen puerto las gestiones de Julio Fleischer, el médico santafesino que gestionó la donación de la ambulancia, que si bien es modelo '95 se conserva en perfecto estado para su uso.

Sin embargo, no fue ese curioso vericueto burocrático el que impidió la llegada de la ambulancia, sino las restricciones del decreto presidencial 110/99 que establece las condiciones del régimen automotor vigente en el país, y que determina entre otros puntos los requisitos para importar y exportar, o para fabricar con componentes importados en territorio nacional.

Ese mismo decreto es el que establece además, en su artículo 6to., que los entes públicos en la Argentina -así como la Iglesia católica y otros cultos- sólo pueden recibir donaciones de vehículos nuevos en caso de ser importados.

Más aún, en su artículo 7mo., la norma indica que los vehículos usados procedentes del exterior no pueden ser nacionalizados, excepto los ingresados al país por argentinos que residieron en el exterior más de un año, por los extranjeros que obtengan su residencia en nuestro país o por diplomáticos cuyo destino oficial sea la Argentina.

Pero incluso para estos casos, el régimen -que incluye la posibilidad de ingreso de vehículos para discapacitados- demanda una autorización especial de la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación.

De hecho, la legislación argentina no contempla la posibilidad de donaciones de vehículos especiales importados si están usados, aunque no establece restricciones para donación de vehículos nacionales en la misma condición. Así por ejemplo, ambulancias o autobombas que fueran donadas a entes públicos en el país no pueden ingresar de acuerdo con la normativa vigente, tal como sucediera en el caso de la ambulancia donada al Cullen.

Un nuevo régimen automotor está pendiente de ser decretado en el país, pero depende de un acuerdo en suspenso desde mediados del mes pasado con el socio mayoritario del Mercosur.

Brasil mantiene divergencias con la Argentina en torno del uso de autopartes importadas en vehículos fabricados en uno u otro territorio, pero en cualquier caso, la nueva norma tampoco prevé la frustrante situación que impidió la llegada de la ambulancia a Santa Fe.