Sucesos |
Renunció el superintendente
de Seguridad Metropolitana
El superintendente de Seguridad Metropolitana, comisario Roberto Galvarino, presentó su renuncia ayer, al quedar comprometido en la causa que investiga la fuga por el presunto "ocultamiento de pruebas".
La fuga de los tres presos del Departamento Central de la Policía Federal hizo rodar la primera cabeza de la plana mayor de esa fuerza: el superintendente de Seguridad Metropolitana, comisario general Roberto Galvarino, renunció en forma "indeclinable" a su cargo, pero igual deberá declarar como imputado ante el juez federal Gabriel Cavallo.
Galvarino, quien quedó comprometido en la causa por el presunto "ocultamiento de pruebas" de la huida, -según dijeron a DyN fuentes judiciales- presentó su dimisión y pidió su retiro de la fuerza de seguridad en forma casi simultánea a su citación por parte del magistrado, que lo convocó para mañana a las 11.
También hoy el secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, deberá presentarse a las 18 ante la comisión de Diputados que entiende en su área para informar sobre la insólita fuga.
Según indicaron fuentes judiciales a la agencia DyN, Galvarino fue citado junto a otros seis guardias de la alcaldía, quienes durante los próximos días deberán también aclarar cuáles eran las medidas de seguridad que había en esa zona del Departamento para evitar que los presos escaparan.
La citación judicial de Galvarino fue debatida por el juez Cavallo durante todo el fin de semana. Incluso el magistrado había dicho que debía resolver si citaba al jefe policial como testigo o imputado.
Pero Galvarino no soportó la presión de los hechos y ayer por la tarde, apenas después de conocida su citación, elevó su "renuncia indeclinable" al jefe de la Federal, el comisario general Rubén Santos, a quien también presentó su solicitud de retiro.
Galvarino dijo que tomó esta decisión para "coadyuvar" a la "transparencia de la investigación" y manifestó su seguridad de que están a salvo su "honor y dignidad".
Pero también admitió que lo hizo porque hay muchos hombres bajo su mando que están siendo investigados por la fuga de los paraguayos Fidencio Vega Barrios y Luis Alberto Rojas -acusados del asesinato del vicepresidente guaraní Luis María Argaña- y del argentino Daniel "Tractorcito" Cabrera, miembro de la superbanda de Luis "El Gordo" Valor.
Sospechas
Es que Galvarino había quedado en la cuerda floja y sin sustento político dentro de la Federal, luego de la inesperada fuga de los tres detenidos y de que quedaran imputados doce efectivos, de una treintena de uniformados que en su mayoría respondían a él. Esos policías fueron pasados a disponibilidad en los últimos días.
Quien alimentó las sospechas sobre Galvarino fue el ex policía bonaerense Diego Barreda, detenido por la causa AMIA y también procesado como partícipe en la fuga, quien declaró ante el juez Cavallo que el renunciante jefe le sugirió que dijera que los presos que lograron fugarse lo iban a matar y así poder justificar el ingreso del oficial Sofío Godoy -uno de los agentes arrestados- al sector de los detenidos.
Godoy fue el segundo policía que abrió la puerta de la alcaidía sin cerrarla. También aseguró que había sido violentamente golpeado por los delincuentes y sólo tenía un punto de sutura en la oreja y un moretón en la boca. Además, fue hallado en su casa un handy que habría sido usado para despistar la frecuencia policial mientras los reos llegaban a la calle.
Galvarino, en tanto, ya había declarado en la causa como testigo el lunes 18, un día después de la fuga, y había deslindado posibilidades en las "negligencias" de los efectivos de turno.
Hoy, sin embargo, el futuro comisario retirado deberá hablar en la causa, bajo juramento, como sospechoso de haber "ocultado pruebas" luego de la fuga, dijeron los voceros tribunalicios.
Gerace
Ayer a la mañana, Antonio Gerace, un ex policía que estuvo preso hasta hace tres semanas, declaró ante los fiscales Carlos Cearras y Pablo Recchini, debido a que estuvo alojado en la alcaidía entre enero y agosto pasado, hasta que fue liberado. "Era todo una joda, prácticamente no había controles", dijo el ex protagonista del "Caso Cóppola" ante los fiscales, según indicaron las fuentes judiciales.
Pese a ello, Gerace aseguró que mientras él estuvo en prisión no escuchó planes de huida y afirmó que no tenía ninguna relación con los fugados. Las palabras de Gerace cobran fuerza si se tiene en cuenta la hipótesis principal: que fue "Tractorcito" Cabrera el que organizó el plan de la fuga y que "usó" a los otros dos presos, que también querían huir.
Los investigadores de la causa están analizando cómo fue que Cabrera fue a parar a la alcaidía del Departamento Central, ya que trascendió que la Justicia de Mar del Plata, que había ordenado su detención, no autorizó su traslado.
"Todos mienten"
Cabrera llegó dos semanas antes de la fuga a la alcaidía para declarar ante el juez de Instrucción porteño Alberto Baños, luego de sostener en una nota periodística que pagó 100.000 pesos para escapar de Devoto hace dos años, haciéndose pasar por un abogado.
Hasta ahora Cavallo no decidió la reconstrucción de la fuga. "El problema es que todos mienten en la causa. No hay ni uno en el que pueda confiar y entonces sería rearmar un hecho entre mentiras", dijeron fuentes cercanas al magistrado.
Otras cabezas
Además del comisario general Roberto Galvarino -quien será reemplazado en su cargo por también comisario general Oscar Horacio Lissi-, otros cambios ocurrieron en la Dirección General de Operaciones, donde pasó a disponibilidad el comisario inspector Julio Díaz y asumió el comisario mayor Carlos Alberto Capuchetti, que estaba en la región 1 Buenos Aires.
En el departamento de Orden Público, que estaba a cargo del pasado a disponibilidad comisario Néstor Mola, ahora asumió el comisario inspector Daniel Omar Vigliano, que estaba al mando de la circunscripción 7a. de Capital Federal.
Finalmente, en la División Seguridad del Departamento Central, que estaba a cargo del ahora detenido comisario Hugo Miguel López, quedó en manos del comisario Jorge Néstor Avila.
