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APOSTILLAS

El Palacio de los fantasmas

La Casa de las Américas, donde Fernando de la Rúa y José Luis Machinea disertaron ayer acerca de la profundización de las relaciones bilaterales entre la Argentina y España, es conocida popularmente por una leyenda sobre fantasmas.

La historia cuenta que en el Palacio Los Linares vivía una joven que fue asesinada y cuyo cuerpo fue escondido en un arcón.

Cuando el Palacio se reconstruyó, ya en este siglo, para poder ser visitado por turistas, se empezaron a mover las puertas, romper los vidrios, caer los libros y apagar las luces.

Estos hechos conmocionaron a quienes realizaban las tarea de refacción del lugar.

Los episodios que se registraban fueron pasando de boca en boca y ese hermoso Palacio Los Linares se convirtió en el "Palacio de los fantasmas", edificio que por las noches los españoles tratan de evitar pasar cerca.

El cordel que separó las copas

En la cena que los reyes ofrecieron en el Palacio Real de Oriente al presidente y su comitiva, uno de los empleados de la comuna arrojó un cordel arriba de una extensa mesa y separó, así, por mitades los vasos de uno y otro lado.

La precisión con que realizó el empleado esta actividad llamó la atención de los integrantes de la delegación argentina, sobre todo porque ninguna de las copas se rompió.

El príncipe y "Aíto", muy animados

El príncipe Felipe y Fernando "Aíto" De la Rúa se sentaron juntos durante el banquete que los reyes le ofrecieron al presidente y ambos mantuvieron un fluido y, aparentemente, entretenido diálogo.

Intercambiaron informaciones sobre los portales de Internet y las computadoras, comentaron integrantes de la delegación.

En tanto, el rey Juan Carlos estaba muy interesado y, así, lo expresó toda la noche, sobre el mecanismo con que se maneja la Alianza dentro del gobierno.

%sDe profesión cartero

La conferencia de prensa que ofrecieron conjuntamente el presidente Fernando de la Rúa y su par español, José María Aznar, dejó ciertos espacios para la informalidad e, incluso, para algunos chascarrillos.

Cuando respondía a una pregunta en el solemne Palacio de La Moncloa, Aznar hizo un alto para contar que, durante la cena de gala de la noche anterior, De la Rúa se había acercado hasta él para entregarle un sobre que -según pudo comprobar luego- contenía una carta del escritor Ernesto Sábato.

"Esta mañana le di al presidente una carta para Sábato porque lo que no puede ser es que Sábato elija a un mensajero tan importante y yo tenga otro mensajero", comentó en tono jocoso el mandatario español, lo que cosechó risas de De la Rúa y quebró por un instante la formalidad. (DyN-Télam)