Como consecuencia de la repercusión negativa alcanzada por el denominado "impuesto a las piletas", el gobierno provincial decidió dar marcha atrás con la iniciativa, tras analizar el costo político de sostener la proyectada aplicación tributaria a partir del año próximo.

El impuesto se aplicaría a las piscinas de natación de viviendas particulares, con la única excepción de las piletas de lona tipo "Pelopincho", había mencionado ayer el ministro de Finanzas, José María Las Heras.

El propio gobernador José Manuel de la Sota se encargó de informar sobre la no aplicación del impuesto, en declaraciones a la prensa luego de un acto protocolar, admitiendo en forma indirecta el problema de imagen que le acarreó tal iniciativa.

"Yo estoy en contra de cualquier hecho que pueda significar para la población la percepción de que se le quiere cobrar más", señaló el mandatario cordobés al anticipar que ya ha ordenado el retiro del cuestionado proyecto de la Legislatura, que ingresó acompañando al Presupuesto del año próximo, la ley Tributaria y el Código Tributario.

"Yo creo que hay que cobrarle cada vez menos a la gente. Y esto, que no es un nuevo impuesto, sino que era simplemente una inclusión en el impuesto inmobiliario, lo elevaba", expresó De la Sota.

Sin embargo, el gobernador recordó que "cuando uno compra una casa, si tiene pileta, tiene un precio distinto. Y se la facturan como metro cuadrado cubierto".

"Esto fue lo que llevó a la gente técnica de la Dirección de Rentas a plantear este tema. Claro, los técnicos lo ven desde el punto de vista técnico; y también desde la óptica tributaria puede ser considerado justo. Pero a mí lo que más me importa es llevarle la tranquilidad a todos los cordobeses de que De la Sota siempre baja los impuestos", señaló el gobernador, hablando de sí mismo en tercera persona. (DyN)