Unos 400 vecinos se movilizaron esta mañana hasta la Casa Gris en respuesta a la convocatoria lanzada por un grupo de instituciones barriales y ONGs de la ciudad, que tenía por objetivo entregar un documento al gobernador Carlos Reutemann para plantear la situación generada a partir de la desaparición de programas de empleo provinciales.

Con el apoyo de la CGT que conduce Jorge Kiener, que puso a disposición una quincena de colectivos del transporte urbano, los manifestantes se concentraron, pasadas las 9.30, en la plaza del Soldado para después marchar hasta la sede gubernamental, donde se había montado un operativo policial.

Con bombos, banderas celestes y blancas y pasacalles identificatorios, los vecinos de Loyola Norte, Yapeyú, El Abasto, San Agustín, Villa Hipódromo, Santa Rosa de Lima y Estanislao López se acomodaron detrás del vallado instalado en la Plaza de Mayo, cercados por las unidades de transporte que también se plegaron a la medida.

La movilización se extendió hasta minutos después de las 11, cuando los organizadores decidieron poner punto final a la protesta "y así no intervenir en la otra marcha" -según dijeron-, que llegaría más tarde y que era protagonizada por los trabajadores nucleados en Festram.

Las reuniones programadas por Reutemann con representantes del Puerto local, Friar y Corenosa, demoró el ingreso de un grupo de 20 personas que finalmente dejaron en mesa de entrada de la gobernación una copia del petitorio para el primer mandatario santafesino.

En el mismo se plantea la desaparición de los programas provinciales que daban contención a familias carenciadas ("Esta es mi Familia", "Fortalecer"), su reemplazo por el Programa de Ayuda Social (PAS) -con un beneficio de cien pesos- y la disminución de estos últimos.

A esa hora, la concentración iba disminuyendo y no hubo incidentes con la policía. A pesar de los numerosos santafesinos que reciben planes sociales de emergencia, la movilización no fue tan elocuente ni espectacular como se esperaba.

La presencia del secretario de la CGT local, Jorge Kiener, sumó uno de los elementos más destacados de la protesta, que el gremialista se encargó de explicar: "Estas instituciones hacen mucho por los desocupados. Necesitan respaldo y respeto, y que todo el mundo se comprometa con lo que está pasando hoy. Nadie quiere protestas que después terminen en represión", dijo a El Litoral.

Consultado acerca de la paralización de unos 15 colectivos, Kiener dejó entrever que fue una muestra de lo que podrían llegar a ser las protestas de UTA por sus reclamos particulares.

"Hay un mensaje en el Concejo, donde se especula que se reducirían unidades, y eso significa reducir fuentes de trabajo. Si tenemos que movilizarnos para defender nuestro trabajo, también lo vamos a hacer muy claramente", advirtió.

La paralización de actividades dispuesta por la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales incidió significativamente en la vecina Municipalidad de Santo Tomé, toda vez que no se cubrieron algunos servicios tales como el barrido manual y mecánico, y controles habitualmente a cargo de agentes de la policía municipal.

Los empleados, tanto de las reparticiones mencionadas como en el caso del Liceo y oficinas diversas, permanecieron en sus lugares de trabajo cumplimentando la medida de protesta. Un nutrido grupo de alrededor de cien trabajadores se trasladó desde la sede de Asteom hacia nuestra capital integrando la columna que este mediodía manifestaba frente a la Casa de Gobierno.

Algunos representantes de las entidades intermedias que esta mañana entregaron la nota al gobernador Carlos Reutemann anunciaron que la semana que viene viajarán a Buenos Aires para "intentar una entrevista con la ministra de Trabajo", Patricia Bullrich.

"La idea es explicar a la funcionaria el rol fundamental que tienen estas instituciones en el reparto de recursos sociales. Vamos a ir a algunos medios y nos vamos a hacer escuchar", advirtió Alicia Ferreyra, de la Asociación Mutual de Villa Hipódromo.

En términos más duros, la presidenta de la Asociación Civil Loyola Norte, Elba Rosa Luna, dijo que "no queremos que nos ignoren más, porque al momento de repartir los recursos vienen las desprolijidades de Promoción Comunitaria y de Acción Social, como sucedió con la entrega del (Programa de Ayuda Social) PAS".

"Nosotros sabemos cuáles son las reales necesidades de los barrios, y por eso le pedimos al gobernador que interceda ante la ministra de Trabajo, porque somos nosotros quienes estamos bancando el desfasaje social de los barrios", concluyó.