El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, confirmó que la Argentina realizará un ajuste de 300 millones de dólares en el gasto público, y a la vez obtendrá una recaudación adicional por medio del cobro del nuevo impuesto a las transacciones bancarias para cumplir con lo acordado hace un tiempo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al hacer referencia a la reducción de los 300 millones de pesos, se destacó que la misma se concentrará básicamente en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés), el Ministerio del Interior y el área de Desarrollo Social.

Con este ahorro, más la recaudación que se generará por el nuevo impuesto, Baldrich afirmó que "no habrá ningún problema para cumplir con el tope anual de 6.500 millones de dólares firmado con el organismo multilateral".

A raíz del desvío de 3.100 millones de dólares que se produjo en el primer trimestre, superando así unos 1.000 millones de dólares el rojo comprometido en esa etapa con el FMI, el funcionario reconoció que se reprogramarán las pautas de los trimestres siguientes para conseguir ajustarse a la pauta anual.

Para esto, "seguramente habrá una mayor asignación para los dos próximos trimestres y se aliviará el cuarto", aunque indicó que "aún no están decididos los números finales".

Sin embargo, esta reprogramación estará pendiente de cómo evolucione la recaudación del nuevo impuesto a las transacciones financieras.

Ante este contexto, el titular de Economía, Domingo Cavallo, recalcó que "la Argentina no necesita financiamiento, y por esta razón no saldrá al mercado de crédito mientras se mantengan los actuales altos niveles de tasas de interés".

De esta forma, Cavallo enfatizó que no se debe ver a los funcionarios del FMI "como cucos que vienen a imponernos un programa, ya que ellos sólo se reunieron con nosotros para ver si la Argentina tiene un programa".

El grupo de técnicos encabezado por el chileno Tomás Reichmann, comenzó a evaluar ayer el desvío de las metas fiscales -1.000 millones de dólares- que el gobierno argentino había acordado para el primer trimestre con el organismo internacional.

El gobierno argentino se comprometió con el FMI a alcanzar una meta anual de déficit de 6.500 millones de dólares como condición para recibir créditos por 14.000 millones, incluidos dentro un programa de ayuda financiera de 40.000 millones de dólares.

Al ser consultado respecto de si la Argentina logrará cumplir con esta meta anual, el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, dijo que "el programa está encaminado".

Como se recordará, el viceministro de Economía, Daniel Marx, ya había dicho ayer que se está negociando con el FMI la reprogramación de las metas de desequilibrio fiscal para el segundo y tercer trimestre del año, de manera de lograr que el déficit en todo el 2001 no supere 6.500 millones de dólares.

Para el primer semestre, el déficit no podría superar los 3.800 millones de pesos y en los nueve meses a septiembre no debería ser mayor a 5.100 millones.

Baldrich explicó que el ajuste de gastos buscará "reasignar recursos y hacer una nueva reingeniería en la prestación de servicios".