El ex ministro de Interior, Federico Storani, advirtió que si, como todo parece indicar, Argentina vota mañana en Ginebra condenando a Cuba por la situación de los derechos humanos, no lo hará desde una postura "principista, sino más bien una posición de condena política oportunista".

Asimismo, consideró que es "una falta de respeto" hacia la comunidad internacional rehuir el debate sobre este tema, como según dijo intenta hacer el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini. "Si se está tratando de pasar desapercibido hasta el último momento, es como si hubiera una posición vergonzante, no principista", explicó Storani, en diálogo con radio Nacional.

Storani opinó que "no corresponde la condena" a Cuba ya que equipararía a la isla con lo peor de las dictaduras de Saddam Hussein, en Irak, o del fundamentalismo chiíta, en Irán y, dijo que "bajo ningún concepto son circunstancias comparables".

Asimismo, advirtió: "Que Rodríguez Giavarini le diga que también lamenta el embargo, en el bar de la esquina, a las autoridades cubanas, no sirve para nada", ya que "en el texto votado en su momento no hubo una sola alusión a esta cuestión y este año se hablaba de lo mismo y por lo que nosotros conocemos, tampoco la hay".

"Si queremos que Cuba vaya hacia una democracia representativa, pluralista, como realmente deseamos, no es por el camino del aislamiento, sino exactamente lo contrario", advirtió el dirigente radical.

Storani aclaró que "creo que (en Cuba) hay casos de violación de los derechos humanos", pero señaló que "lo que de ningún modo puede señalarse con autoridad es que eso sea sistemático y masivo".

"Por eso es que yo lo que señalo es: una cosa es luchar por la preservación de los derechos humanos en todos lados y otra cosa es utilizar esto como una maniobra política de condena", advirtió.

Recordó que "Argentina no dijo nada, por ejemplo, vinculado a condenar las violaciones de los derechos humanos en China" ya que, según indicó, "intenta tener una relación privilegiada desde el punto de vista comercial".

En tal sentido, destacó que "no veo que haya aquí una cuestión principista, sino más bien una posición de condena política oportunista. Quizás, la presión de la primera potencia del mundo (por Estados Unidos) hace que la Argentina tenga esta posición, y justamente por eso me parece tan poco virtuoso", concluyó Storani. (DyN)