Opinión: OPIN-05

Cartas a la dirección

Italianos coordinados


Señores directores: En Santa Fe existían entidades que asociaban a inmigrantes italianos con el fin de brindarles apoyo en esta tierra. Y se hablaba siempre de que debería haber una sola entidad, porque todos eran esencialmente italianos. Pero se demostró, posteriormente, que los lazos con la ciudad de nacimiento tenían una fuerza imposible de contener. Por eso fueron formándose nuevas asociaciones de italianos. Y apareció, simultáneamente, una sana y leal competencia que impulsaba a hacer las cosas cada día mejor. Cuando el número de socios creció a la par del de las familias, también se multiplicaron las actividades de las asociaciones, decidiéndose en forma conjunta y consensuada la creación de una comisión coordinadora, integrada por delegados de cada asociación, para el tratamiento de estos intereses, sin interferir en lo que era propio de cada entidad. Luego de múltiples reuniones y asambleas, esta comisión coordinadora necesitó estatutos que la regulasen y fue necesaria también la obtención de la Personería Jurídica para legalizar plenamente todos sus actos. Se dispuso, entonces, de una herramienta eficaz para conectar el Consulado con las asociaciones, para llegar a los entes oficiales y extranjeros, para peticionar ante el gobierno municipal y provincial santafesino, con lo que logró una masiva concurrencia de los italianos y sus descendientes, convocados por el asociativismo y los métodos democráticos. Ricardo Costantini. Secretario general de la Coordinadora de Entidades Italianas de Santa Fe.

La ciudad más limpia


Señores directores: Hace ya bastantes años, cuando tenía la mitad de mi edad actual, revisté en un vespertino porteño, en calidad de aspirante, donde tuve oportunidad de conocer a destacadas figuras del periodismo, políticos y deportistas. En una ocasión, el jefe de redacción, un rosarino, enterado de que yo era de tierra adentro, me llamó a su despacho y me preguntó, entre otras cosas, sobre mi procedencia. Al responderle que era de Santa Fe, me solicitó esta referencia, si era cierto que esta ciudad merecía un juicio que le habían hecho llegar: que era la ciudad más limpia del país. Lógicamente, mi respuesta fue que yo conocía pocos centros de importancia.

Esto sucedió allá por los años '80 y es posible que quien había informado a mi interlocutor al respecto haya tenido razón. En cambio, si esta escena se hubiera registrado en estos días, habría tenido que reírme y la entrevista habría terminado en forma abrupta.

Creo que a cualquier habitante de esta cálida, húmeda población en que tengo el gusto de vivir le ocurriría lo mismo si llegasen a preguntarle lo que antecede, en nuestros días. En el mejor de los casos, terminaría mintiendo, cosa que es muy mala, ¿verdad? Ernesto S. Núñez. DNI: 2.381.271. Ciudad.