La diputada nacional Elisa Carrió estuvo anoche en Santa Fe para presentar las listas de candidatos a senadores, diputados y concejales del ARI (Alternativa por una República de Iguales).

El acto estaba previsto en la Casa del Maestro, pero la cantidad de público hizo necesario que la comitiva se traslade hasta la explanada de la vieja estación del Ferrocarril Belgrano, donde Carrió pronunció su discurso bajo una persistente llovizna.

Allí dijo que el ARI "es un movimiento abierto a todos", pero reconoció su temor "a la oligarquización, a la toma del nombre, a la personalización" dentro del sector.

En este sentido, adelantó que sus candidatos tienen prohibido recibir contribuciones empresarias para la campaña y que, aquellos que aparezcan ligados a problemas de corrupción, serán separados inmediatamente del puesto que ocupen.

Carrió reconoció que tiene coincidencias con el gobernador Carlos Reutemann, pero lo llamó a "reflexionar" para que decida "de qué lado estar".

"No lo estoy invitando. Lo estoy llamando a una reflexión personal. Él mismo sabe que hay un aparato del asco y la corrupción con el que convivió, aunque él no sea eso. Y en nombre del liderazgo que le dio su pueblo, tiene que decidir. Y confío en que decida bien", remarcó la diputada.

Carrió no dudó en afirmar que, si en estos momentos hubiera elecciones, ella sería "presidenta de la Nación".

(POLITICA).