Un mejor comportamiento fiscal, que llevó a mejorar la recaudación de agosto, debido a la buena performance del impuesto a las transacciones financieras que frenó la caída de los ingresos tributarios, y el reconocimiento del estudio de nuevas medidas para impulsar el nivel de actividad, comenzaban a generar un escenario más optimista para la economía argentina en el último cuatrimestre.

En términos reales es lo mismo que sucedió después del megacanje, cuando Cavallo comenzó a anunciar diariamente medidas destinadas a fortalecer la demanda interna, aunque después, y por el déficit cero, debió dar marcha atrás en la mayoría.

Ya se comenta que varias medidas impositivas -reducción o eliminación del IVA a las inversiones, la generalización de planes de competitividad y otras para estimular el consumo- indefectiblemente, dado el proceso electoral de octubre, quedarán para el año próximo. El resto, como dijo anoche el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, deberán ser medidas de emergencia para la recuperación del mercado interno.

Estas comenzaron a consensuarse en sendos encuentros gastronómicos celebrados con De la Rúa con Cavallo, Colombo, Moyano y Daer, e industriales, a instancia de De Mendiguren, quien en la tribuna le explicó la postura del sector privado: con el déficit cero y los planes de competitividad no alcanza, afirmó.

De la Rúa recogió el guante y respondió que él solo no puede resolver la coyuntura, sino que hace falta el apoyo de todos.

(POLITICA Y ECONOMIA).