Opinión: OPIN-03

Publicaciones: El valor ético del duelo


Acaba de editarse Los tiempos del duelo. Colección Clínica de los bordes, de Adriana Bauab de Dreizzen, psicoanalista y miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires, lugar donde ejerce su práctica profesional.

En el prólogo, Isidoro Vegh nos remite a Freud y el tratamiento temprano del tema del duelo, al interrogar sus causas desde el inicio de sus prácticas por el "dolor enquistado" en sus pacientes, a raíz de las pérdidas sufridas. Destaca esa visión en la autora, quien logra avanzar en el tema con los aportes de Lacan, desde sus seminarios y la lectura atenta de sus escritos.

El libro está estructurado en ocho partes que transitan: El duelo: un concepto psicoanalítico; La función subjetivante del duelo; Sexuación y duelo; El duelo por el padre; Duelo y cuerpo; Los duelos y el límite de la estructura; El duelo en la polis y Una praxis de lo real, con transcripciones, citas y análisis de casos de enorme interés.

La muerte de un ser querido, el fin de una relación, el cese de una actividad, el crecimiento de los hijos, el posparto, son algunos de los temas abordados como ejes, en torno de los cuales pivotea la mirada clínica para el análisis respectivo. En el registro de las "pérdidas" se alude también a aquellas que se intentan negar, "tapar" o archivar en el olvido, mientras otras se destacan por el matiz trágico a pesar de intentar ser silenciadas.

La pérdida real del objeto es posible de observar en la clínica desde diferentes posiciones frente a la falta, como también frente a las fallas de su inscripción. De ello se desprenderían la melancolía y otros modos de manifestación que, siempre como padecimiento, exhiben un tope donde la textura simbólica pareciera no alcanzar trato con lo real.

Frente a posturas sociales hostiles y renegatorias, parte de la intuición temprana de Freud de aceptación y consideración del duelo, luego retomado por Lacan, destacando que "atañe a los horizontes en que anidan su función subjetivante y su valor ético". Editó Homo Sapiens.

María Luisa Miretti