Señores directores: De acuerdo con una noticia publicada en el diario El Litoral, el Enress ha decidido que la Empresa Aguas Provinciales puede publicar en Internet el nombre de los morosos; también los datos de usuarios residenciales morosos (familias) serán informados a la Cámara de Crédito Comercial y se incluirán en la Central de Riesgo Crediticio del Banco Central. Para los usuarios no residenciales (empresas, comercios y entes oficiales) además se prevé su inclusión en el sistema Veraz.

Por este medio, quiero expresar mi más profunda satisfacción y agradecimiento a esos abnegados servidores públicos que por fin han puesto las cosas en su lugar. Estas personas, si así se les puede llamar a esos sujetos, con su desaprensiva actitud, ponen en riesgo la economía de una empresa, que ha efectuado ingentes esfuerzos para satisfacer puntillosamente con todos los compromisos contraídos, desde el inicio de la concesión del servicio de agua y cloacas, que ha admitido renegociar cuantas veces fuese necesario un contrato que le era netamente favorable, cediendo en cada caso importantes ganancias en beneficio de la comunidad, y como si esto fuera poco, no ha dudado en ofrecer muchísimas oportunidades para revertir estas conductas equívocas.

Pero no nos engañemos, a esta chusma antisocial no se la amilana con estas medidas; hay que demostrar más rigor en resguardo de los supremos intereses de la provincia, por lo cual propongo algunas ideas que seguramente deberán ser implementadas en poco tiempo más, para regocijo de todos los buenos y honrados ciudadanos que habitan este suelo.

En el caso de los morosos al primer vencimiento de la factura se les pintará una gota de agua amarilla en el frente de su vivienda, para que todos sus vecinos estén alertas y vigilantes. Si esta conducta aberrante se reitera en el segundo vencimiento de la factura, se les pintará en el mismo lugar una gota roja, que será la señal para que los organismos defensores de los derechos de las corporaciones monopólicas efectúen escraches públicos frente a sus domicilios. Si pese a ello, estos inadaptados persisten en su actitud llegando a no abonar una segunda factura, serán condenados al destierro, y llevados fuera del ámbito de la concesión, a esos lejanos territorios donde no habrá, por castigo divino, agua potable ni cloacas, por toda la eternidad.

Se ha hecho justicia, Dios salve las privatizaciones. Luis Lombó. DNI: 13.377.793. Esperanza.

Señores directores: Soy un hombre jubilado de 77 años. En lo que va del año, los problemas de salud me han obligado a permanecer internado en tres oportunidades en el Hospital Italiano de esta ciudad.

A través de esta carta quiero expresar mi profundo agradecimiento tanto a los integrantes del servicio médico del Pami, que en los momentos de mis descomposturas me auxiliaron de forma inmediata y excelente, como así también a los doctores y enfermeras de la Unidad Coronaria del Hospital Italiano, quienes hicieron todo lo que estuvo a su alcance para mantenerme con vida y que tornaron más llevadera mi estadía en el hospital. Juan José Maina. LE: 3.163.554. Ciudad.