Opinión: OPIN-04

Posibilidades para difundir el Evangelio


El Papa ha dedicado por vez primera un documento a Internet, en el que dice que aunque la red no enseña valores y es muy peligrosa si se usa mal, también ofrece grandes posibilidades y la Iglesia está dispuesta a utilizarla para fomentar el diálogo, la solidaridad, la reconciliación y la paz.

Se trata del Mensaje con motivo de la XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 12 de mayo, que tiene como lema en esta ocasión "Internet: un nuevo Forum para proclamar el Evangelio", hecho público recientemente por el Vaticano.

"¿Puede fomentar (Internet) la cultura del diálogo, de la participación, de la solidaridad y de la reconciliación, sin la cual la paz no puede florecer? La Iglesia cree que sí y para lograr que esto suceda está decidida a entrar en este nuevo foro, armada con el Evangelio de Cristo", afirmó el Papa.

Juan Pablo II afirmó que Internet es un nuevo "foro", entendido en antiguo sentido romano de lugar público donde se trataba de política y negocios, se cumplían los deberes religiosos y se desarrollaba gran parte de la vida social "y se manifestaba lo mejor y lo peor de la naturaleza humana".

"Como en las nuevas fronteras de otros tiempos, Internet entraña también peligros y promesas y la Iglesia en este nuevo milenio lo afronta con realismo y confianza, sabiendo que se trata de un medio no de un fin. La red puede ofrecer magníficas oportunidades para la evangelización si se usa bien y con una clara conciencia de sus fuerzas y sus debilidades", aseguró el Pontífice.

A este respecto agregó que aunque es evidente que Internet jamás podrá suplir la experiencia de Dios que sólo puede brindar la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, "sí puede proporcionar un suplemento y un apoyo para preparar el encuentro con Cristo y sostener a los nuevos creyentes".

Contribuir al bien común


El Obispo de Roma subrayó que la esencia de Internet consiste en suministrar un flujo casi continuo de información, mucha de la cual pasa en un momento y denunció que en una cultura como la actual, "que se alimenta de lo efímero" puede existir fácilmente el riesgo de no considerar que lo que importa, más que los datos, son los valores.

"Internet ofrece amplios conocimientos, pero no enseña valores y cuando se descuidan los valores se degrada nuestra misma humanidad. A pesar de su enorme potencial benéfico, ya son evidentes algunos modos degradantes y perjudiciales de usar Internet", agregó el Papa en velada referencia a la pornografía, el racismo y otros temas que han encontrado en la red una vía abierta en la que expandirse, difícil de controlar.

A este respecto pidió a los gobiernos que garanticen que Internet "contribuya al bien común y no se convierta en una fuente de daño".

Juan Pablo II denunció que en Internet prácticamente se acepta todo y favorece un medio relativista de pensar y que a veces fomenta la evasión de la responsabilidad y del compromiso personal.

También advirtió que puede agravar las desigualdades en la sociedad.

Cruzar el umbral


Pero asimismo también reconoció que abre "hasta ahora impensables y maravillosas" posibilidades de difundir el Evangelio.

Juan Pablo II insistió en que hay que garantizar que este "magnífico instrumento", concebido primero en el ámbito de operaciones militares contribuya a la causa de la paz.

Añadió que Internet produce un número incalculable de imágenes, que aparece en millones de pantallas de ordenadores de todo el planeta y que cuando se vea el rostro de Cristo y se oiga su voz se conocerá la buena nueva de nuestra redención.

"Ésta es la finalidad de la evangelización y esto es lo que convertirá a Internet en un espacio auténticamente humano, puesto que si no hay lugar para Cristo tampoco hay lugar para el hombre. Por tanto quiero exhortar a la Iglesia a cruzar de manera intrépida este nuevo umbral para entrar en lo más profundo de la red para mostrar al mundo el gran compromiso del Evangelio", afirmó el Papa.

Aunque es la primera vez que Juan Pablo II dedica un documento completo a Internet, ya se ha referido antes a la conocida como red de redes y sus mensajes han sido enviados a través de la misma.

El pasado noviembre promulgó -la primera vez en la historia de la Iglesia- un documento oficial a través de Internet. Se trató del texto final del Sínodo de Obispos para Oceanía, que firmó en el Vaticano e inmediatamente envió por la red a todas las diócesis de ese continente.

De Internet también se ha ocupado el reciente Sínodo de Obispos. Algunos padres sinodales afirmaron que las páginas web tienen que convertirse en "púlpitos virtuales".

Juan Lara (EFE)