Una extensa franja de la zona de la Costa y parte de Santo Tomé y Sauce Viejo fueron las áreas en las que con mayor violencia se desató ayer la tormenta de viento y granizo que sucedió a una jornada de insoportable calor.

Techos de tejas destrozados, cubiertas de materiales blandos de viviendas precarias repletas de agujeros, chapas de automóviles abolladas y parabrisas hechos añicos, fue el saldo del aguacero intenso, que tan sólo en unas horas dejó tantos milímetros como los que se habían registrado hasta aquí, a lo largo de todo enero.

El INA describió al fenómeno como una "tormenta convectiva" con la presencia de los llamados cumulusnimbus, que en su interior producen vientos ascendentes y descendentes de hasta 60 metros por segundo, capaces de sostener el granizo en el cielo.

Las piedras de hielo hicieron que 20 humildes familias de la zona de la costa deban ser evacuadas, debido a que el fenómeno los dejo sin casa y sin sus pertenencias. Las viviendas de clase media y casa quintas también sufrieron destrozos: todos los materiales quebradizos como vidrios, caños de pvc, tanques de fibrocemento o tejas fueron destrozados por el hielo.

La furia se desató en medio de una jornada agobiante y de muy baja presión atmosférica, en la que no pocos santafesinos fueron a los clubes de campo de la zona: Upcn, Focyt, Amsafé y otros, en los que los daños a sus vehículos fueron cuantiosos.

La EPE recibió 180 avisos de cables caídos en las calles y esperaba terminar de recuperar la distribución de la energía recién a la medianoche en nuestra ciudad.

Un accidente de tránsito (que ayer volteó un poste de una línea eléctrica), frente al barrio el Pozo -más la tormenta de las 5 de hoy- afectaron el servicio en la zona de la Costa, la más castigada por el granizo. Al cierre de esta edición no se había superado el problema eléctrico.

(AREA METROPOLITANA).