Deportes: DEPO-01

Acorralado

Archivo/Villar. A la hora de los bifes. Allí sí, cuando se inicien los 90 minutos, no habrá excusa para meter como en todo clásico. Así como lo hacen San Martín por Unión y Graf por Colón.

La nueva edición del derby santafesino no escapa a la crisis. Nadie lo admite, pero hubo muy poco interés. Se reflejó en la venta previa en cada sede. Hasta se implementó el pago de entradas con Lecop. Esta vez, la fiesta no escapó al ya tristemente mediático "corralito".

La química de Griguol


Tratando de imponer un curso acelerado de manejo táctico, el interminable Carlos Timoteo Griguol buscó incorporarle a sus dirigidos tatengues de la mejor manera posible el libreto con el cual jugará "su" Unión desde que asumió. Claro que, por cuestiones obvias, el primer ensayo oficial no será uno cualquiera: es mañana frente a Colón en el tradicional clásico que divide la ciudad futbolera por mitades.

Son pocas las referencias válidas que se tienen realmente de cómo está Unión en esta nueva era Griguol. Es que el viejo zorro cordobés determinó que la mayoría de sus entrenamientos no puedan ser vistos por nadie. Pero el esquema o dibujo táctico de este "nuevo Unión" se parece mucho al de su "viejo Gimnasia": línea de tres para defender, dos carrileros, dos volantes por el medio, un enganche y dos puntas.

Para custodiar a Nereo Fernández, se podrá entender que el "Patita" Mazzoni será, por obligación, el calco de lo que hizo San Esteban tanto tiempo de líbero. De un lado "Cacho" Vera, del otro Julio Martín Valli: los dos stoppers. Se sabe, se pierde el derby Ortiz por la rodilla.

Por afuera, en el medio, los laterales-volantes tienen dos rubros en común: 1) poca experiencia en este tipo de partidos; 2) son más laterales o marcadores de punta que volantes. A la derecha, Cristian Wernly; del otro lado Diego Olivera.

Por el centro de la cancha, un sistema de doble cinco que había aceitado Pumpido, desarmó la llegada de Madelón y siempre abrazó "Timo": Andrés San Martín y Norberto Fernández (concentró de última el "Polaco" Basualdo porque el cordobés sintió una molestia). Cerca de ellos dos para triangular, la zurda de Rubén Capria tratará de hacer en Unión lo mismo que Messera en Gimnasia: armar juego, abrir la cancha y alimentar los dos puntas.

Finalmente, arriba, habrá que decir que la dupla que más se asemeja a Sava-Enría quedó concentrada para el banco: el flamante refuerzo italiano, Gustavo Reggi, para ir por adentro y el rápido Emanuel Ruiz para jugar por afuera. A la cancha, de movida, irán Nicolás Frutos -trabajó mucho con él Griguol en el juego aéreo- y Alexis Weisheim.

La lista de los jugadores que quedaron concentrados anoche en Casa-sol se completa con el arquero Leo Fernández, Marcelo Mosset, Zapata y el "corto" Guillermo Israilevich. El Unión de Griguol se prepara para dar su primer paso. Como en la vida misma, puede caminar o caerse.

El favoritismo de Fossati


El mes y medio sin fútbol prácticamente no alteró los planes de Jorge Fossati. El mismo equipo que tenía en mente para jugar a fines de diciembre, será el que saldrá mañana al césped del Centenario. En todo caso, la única modificación estará dada en el ataque, ya que Cristian Castillo jugará en el lugar del "Topito" Gigena, acompañando en dupla a Claudio Graf, titular indiscutido en el equipo del uruguayo.

En el resto del equipo no hubo dudas. La defensa fue la mejor línea en el campeonato, con el "Flaco" Morant como abanderado y con Píccoli y Pereyra en un rendimiento muy regular a lo largo del torneo. A ellos se le suma Leonardo Díaz, una verdadera garantía en el arco por solvencia y experiencia. En el medio, Aquino por derecha fue una de las llaves ofensivas que tuvo el equipo, ya que el "Chino" redondeó un buen Apertura, en tanto que Unali también le dio a Fossati la aplicación táctica que esperaba de los marcadores-volantes. En el sector central, Romagnoli y Delgado terminaron ganándose la titularidad sobre Capurro y Castagno Suárez, desde aquél partido contra Rosario Central, en Arroyito, que marcó el inicio de la recuperación futbolística del final de la temporada.

Uno de los aspectos "inestables" ha sido el ofensivo. Por un lado, porque Migliónico, quien tuvo un muy buen arranque en el torneo, fue perdiendo regularidad y preponderancia en el funcionamiento del equipo; y por el otro, porque no se le pudo encontrar un acompañante definido a Graf. En este aspecto, Gigena tuvo las mayores chances, pero le faltó gol. Y Castillo no terminó de convencer al técnico, aunque por lo visto hizo una muy buena pretemporada, ya que eso le bastó para ser el elegido para el clásico.

Del funcionamiento del equipo no hay mucho para agregar. Colón tratará de copar el sector central, de abrir bien las puntas con Aquino y Unali, de sorprender con el desprendimiento de alguno de los dos volantes centrales y de apelar a la potencia de Graf y al desequilibrio que podría imponer, en una tarde inspirada, Cristian Castillo.

A todo esto, hay que agregar un detalle relevante: el juego aéreo ofensivo. Colón marcó varios goles a través de esa vía, porque cuenta con buenos cabeceadores, pero, además, con un jugador que le pega a la pelota como los "dioses": Gabriel Migliónico.

Colón llega como "banca"... Aunque se sabe que en esta clase de partidos, los antecedentes cuentan poco y nada a la hora de brindar algún pálpito. Basta con mirar la tabla de posiciones y la producción futbolística de los dos, para concluir que ha sido mejor lo de Colón. Pero está claro que el clásico es un partido especial. Y aunque Fossati conoce más a su plantel que Griguol al suyo, sería aventurado apostar todas las fichas al rojinegro, más allá de admitir que es el favorito.