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¿Cómo evitar las mordeduras
de perros en los niños?


Archivo El Litoral. PRECAUCIONES. Los padres deben asesorarse con el pediatra y el veterinario para elegir la mascota adecuada para sus hijos.

La mayoría de las víctimas tiene entre 5 y 9 años. Es poco probable que los mordedores sean animales vagabundos. Sugerencia de razas más adecuadas para los más pequeños.


La guardia del Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, el año pasado, atendió a 287 pacientes por mordeduras de perros. Esto motivo a que el Comité de Prevención de Accidentes saliera a ofrecer información sobre la forma de evitar estos incidentes.

El comité aseguró que un perro suele ser el mejor amigo de un niño, pero no por ello se deben subestimar los riesgos de una mordedura. Por este motivo, se sugiere a los padres que busquen asesoramiento sobre las interacciones de niños y animales domésticos a fin de mejorar los beneficios de estas relaciones.

Recordó que el pediatra puede aconsejarlos respecto de cómo elegir el animal adecuado, enseñarles a manejar las alergias, prevenir ataques de mordeduras y a los niños a convivir seguros con sus mascotas.

Respecto de las mordeduras, el comité advierte que en un gran porcentaje son lo suficientemente graves como para requerir atención médica y que para evitarlas es preciso comprender y conocer los hábitos de los perros y saber cómo se diferencian de los humanos.

Los perros que más muerden suelen ser los machos jóvenes (menores a 5 años) y grandes, cuya tendencia a morder ya era conocida. Contrariamente a lo que se supone, es poco probable que los mordedores sean animales vagabundos.

El comité aclara que la presencia de un adulto no garantiza que el niño esté seguro de un ataque, ya que en la mayoría de los casos había adultos en ese momento. Sugiere que si los padres eligen mascotas de buen temperamento y enseñan al animal cuál es su lugar en la familia, éste les brindará una vida de amor, juegos y compañía fiel.

Hábitos humanos y caninos


De acuerdo a la información suministrada por el Comité de Prevención de Accidentes del Alassia, los perros salvajes viven en jaurías, gobernados por una jerarquía social en la cual los más fuertes (por ejemplo, un macho y una hembra dominante) ayudan a garantizar la supervivencia del grupo.

Éstos les permiten a los más jóvenes un período de 13 meses de "sociabilización de gracia", durante el cual los cachorros no deben ajustarse a los límites de la estructura social. Este hecho explica por qué los perros son generalmente tolerantes con los niños pequeños, aclara.

Pero -advierte- cuando una familia da la bienvenida a un perro y lo integra a su "jauría humana", la jerarquía social es menos definida ya que se les permite que ingresen a todo "nuestro territorio" o que se compartan los alimentos.

Malas interpretaciones


No obstante, los perros aplican su sentido innato de sistema social o familia, dentro de lo cual la mala interpretación de señales puede causar problemas. Por ejemplo, nosotros manifestamos nuestro afecto por medio de un abrazo, pero cuando un niño abraza a un perro éste lo puede interpretar como un gesto de dominio y amenaza.

Agregó que las malas interpretaciones no son sólo de los perros sino que nosotros solemos asignarles características humanas. Opinó que alentar a los chicos a creer que los animales son "como" las personas puede ser lamentable y que si los niños esperan que los animales se comporten como humanos es probable que interpreten mal el comportamiento del animal, y ésa es la principal razón por la que ocurren las mordeduras.

Jerarquías y cambios


Por último, informó que los varones tienen casi dos veces más probabilidades de ser mordidos que las mujeres. La mayoría de las víctimas se encuentra entre los 5 y 9 años de edad.

Agregó que en el sistema social de los perros, ellos no son agresivos con los integrantes del grupo de canes que se encuentran por debajo de su jerarquía, como, generalmente, ocurre con los cachorros y con los bebés. Pero cuando un niño alcanza la edad escolar, el perro puede creer que terminó el período de "socialización de gracia" y que debe enfrentarse a las realidades de la jerarquía social.

En ese momento, el animal siente que el niño está comenzando a afirmar su territorio y a ascender en la escala social, y es allí cuando puede usar la agresión para mantenerlo en una posición de sumisión.

Sin embargo, muchas veces el chico no responde como lo haría un cachorro a las señales de advertencia, como ladridos, gruñidos o amenazas de mordeduras. Como los niños ante esta situación no adoptan una actitud de sumisión sino que tienden a gritar y correr -lo que excita aún más al animal-, se producen los accidentes.

A veces, también, los recién nacidos y las niñas que visitan la casa pueden ser considerados por el perro como intrusos, por eso puede morderlos en razón de que actúan como defendiendo a su "jauría". Otras veces, los niños pequeños pueden parecer presas con conductas depredadoras.

Más información


  • Razas que muerden son: Chow Chow, Pastor Alemán, Pit Bull, Akita, Rottweiler, Doberman, Chihuahua, Dachshund y Terriers.

  • Razas adecuadas para los niños: Labrador, Vizsla, Spaniel, Pointer alemán de pelo corto, Newfoundland, Chesapeake Bay retriever, Collie, Golden retriever, Pastor australiano, Bulldog inglés, Viejo pastor inglés, Elkhound noruego, Bloodhound y Basset.
  • Consejos


    Las siguientes son las reglas de seguridad de los niños frente a los perros:

  • Nunca acercarse a un perro encadenado, atado, en un corral o detrás de una reja.
  • No acercarse demasiado a un perro que ladra, aunque esté moviendo la cola.
  • Nunca sacarle a un perro un juguete o su comida.
  • Nunca molestar a un perro que está durmiendo.
  • Nunca educar al perro golpeándolo.
  • Ante una urgencia por mordedura de perro, llamar a los teléfonos 4573534 y 4571949 (Zoonosis provincial) o 4505900 (Guardia del Hospital de Niños).