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Orquídea: la flor exquisita

Una santafesina que vive en el Chaco tiene un hobby poco común: el cultivo de orquídeas. Fue la iniciadora de asociaciones de aficionados de varios lugares del país. Durante una investigación, encontró dos especies nuevas en el monte chaqueño.


Miriam Rivera Valebella es una santafesina que por razones laborales debió trasladar su residencia al Chaco, hace 40 años, adonde comenzó a desarrollar un hobby que hoy marca su vida: el cultivo de las orquídeas.

Lo único que ella sabía de estas flores era que se trataba de plantas tropicales, que necesitaban de mucha luz y calor. Pero fue entonces cuando estando en Resistencia le regalaron una planta en flor, que "mató" a los pocos días por no saber darle los cuidados que requería.

"Eso me produjo un dolor terrible -recordó- porque había hecho una brutalidad por desconocer el tema y así fue que quise saber qué era una orquídea. Me costó mucho aprender porque en la Argentina no había información", admitió. Por ese motivo, recorrió América del Sur y en especial Brasil, de donde trajo sus primeras plantas.

Miriam se define como "una estudiosa de las orquídeas" que cultiva en un orquideario en el patio de su casa, de no más de 100 metros cuadrados, al aire libre, con protección para la luz, y al que quiere agregar riego artificial sólo por comodidad. Aseguró que allí aprendió a cultivar "lo que el espacio y mis posibilidades en dinero y en tiempo me permiten". En Resistencia, puede cultivar las orquídeas tropicales o subtropicales, ya que requieren una altitud hasta los 500 metros por sobre el nivel del mar, con una temperatura y un régimen de lluvias adecuados.

Es miembro de distintas instituciones internacionales relevantes en el tema de las orquídeas, como son la American Orchid Society, la Royal Horticultural Society de Inglaterra y OrquidaRio de Brasil, de donde recibe mucho material sobre su hobby.

Miriam realizó una investigación durante 15 años sobre las orquídeas chaqueñas en forma nativa (silvestres), con el fin de describir la flora de esa provincia y de demostrar la degradación que estaba sufriendo el monte, además de su necesidad de protegerlo. En su relevamiento no encontró las 38 especies citadas pero sí dos especies nuevas, según contó orgullosa.

Los comienzos


En estos 40 años de trabajo, consiguió realizar numerosas exposiciones de sus plantas en distintas ciudades argentinas -auspiciadas por la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Chaco- porque cuenta con gran variedad y cantidad de ejemplares, y la experiencia adquirida le permitió dictar numerosos cursos sobre este arte de cultivar orquídeas.

Su primera exposición fue el 20 de septiembre de 1985, en el Chaco, y su original presentación -las orquídeas expuestas en un ambiente que se asemejaba a un pequeño bosque- impresionó tanto a quienes la visitaron que comenzaron a interesarse por estas plantas y a pedir información.

Días después, Miriam ofrecía una charla en el Museo de Bellas Artes del Chaco para explicar qué eran las orquídeas y cómo cultivarlas, a la que concurrieron casi 140 personas. "Pero como hubo gente que no pudo participar, comenzó a anotarse para el `curso', cuando en realidad pretendía ser una charla, y así se generó el primer curso de orquídeas que ofrecí en el Chaco, que después llevé a Corrientes y con el que recorrí el país ofreciéndolo en distintos niveles", recordó.

También mencionó que en la Casa del Chaco en Buenos Aires dictó ese curso durante 5 años consecutivos, con 5 niveles de perfeccionamiento, y que de allí comenzaron a surgir grupos de aficionados a las orquídeas, que crearon el Movimiento Orquideófilo de la Argentina.

El regreso


Hace 10 años atrás, los problemas económicos del país decidieron que Miriam dejara de lado su etapa de exposiciones de orquídeas -"porque todo el dinero salía de mi bolsillo y de lo que le aportaba el dictado de los cursos"- y pensó que su contacto con la gente había terminado.

Pero luego de los 10 años consecutivos de relevamiento del monte y 5 de la elaboración de su investigación, ella pensó que era interesante que su trabajo estuviera al alcance de la gente.

Por este motivo, decidió armar en su computadora el material compilado pero en formato de CD interactivo, ya que le fue agregando fotos de las orquídeas, música e imágenes en movimiento. En septiembre del año pasado Miriam volvió públicamente a las orquídeas después de 10 años de silencio. Esto generó otra nueva etapa de cursos sobre el tema y la creación de la Sociedad Argentina de Orquideología.

Según nos contó Miriam Rivera Valebella, la provincia del Chaco es la última expresión de las orquídeas epífitas, que son las que se fijan a los árboles, adonde viven pero que no se alimentan de ellos.

Existen dos especies que trascienden los límites de esa provincia: una en Santa Fe, y la otra llega hasta Buenos Aires. El resto de las plantas son orquídeas terrestres, que se pueden encontrar hasta en la Patagonia.

Por ultimo, sugirió a las personas interesadas en el cultivo de las orquídeas que se pongan en contacto con ella a través de la Casilla de Correo 833, H3500BJO, Resistencia, Chaco, o de su e-mail: [email protected] para cualquier consulta.

Datos útiles

  • Para conservarlas en agua, no se las debe poner en una corriente de aire ni bajo un foco de luz fuerte. Se les debe cambiar el agua todos los días y cortarle el cabito.

  • Se pueden encontrar orquídeas en todo el mundo, excepto en los polos y el desierto.

  • Florecen generalmente una vez por año, en una estación, pero las hay de todas las estaciones. Si se sabe hacer una buena colección se pueden tener flores todo el año.
  • Para cultivar especies nativas se debe tratar de repetir el clima que tienen las orquídeas en la naturaleza.
  • No pretender cultivar todas las orquídeas: es imposible, ya que existen más de 30.000 especies naturales y más de 100.000 híbridos.
  • Es conveniente cultivar lo que el aficionado pueda, teniendo en cuenta el espacio que tenga y sus posibilidades de tiempo y clima.
  • "Tener mente y corazón fríos para cultivarlas, porque las amás apasionadamente, pero con lógica", sugirió Miriam.
  • Tienen pedigreé, y existe un registro internacional, organizado por un coleccionista británico de apellido Sanders.
  • El contrabando de estas plantas es el tercero en el mundo, junto con el de los animales, luego de las armas y las drogas.
  • ¿Hobby caro?


    Al hablar de las orquídeas uno siempre piensa en una planta cara, que se regala para una ocasión muy especial, y que generalmente se presenta en una caja cerrada y que debe conservarse en la heladera.

    En este sentido, Miriam Rivera Valebella opinó que "se ha hecho siempre un gran misterio de la orquídea, en especial porque se saquearon las selvas tropicales en expediciones especialmente destinadas a llevar a Europa la mayor cantidad posible de plantas y quemar el resto para que nadie más pudiera acceder a ellas".

    Sin embargo, aseguró que "la orquídea está mucho más barata ahora que cuando me inicié en esto, cuando las conseguía sólo en el extranjero. Además, el proceso para producir una orquídea de semilla es engorroso y luego de años de investigaciones se consiguió reproducirla con métodos más accesibles".

    Explicó que "la semilla de la orquídea no tiene cotiledones, es decir, no tiene de qué alimentarse, por lo que se requiere de una asociación con un hongo que la alimente en sus primeros estadios de vida. Pero ese hongo no está en todas partes y hubo que esperar que Luxon descubriera que en el laboratorio se podía elaborar lo que ese hongo le da a la planta y producirla en cantidad. Hasta entonces, la orquídea siguió siendo algo exótico y carísimo". También mencionó que posteriormente se fueron descubriendo otros métodos de reproducción más económicos, como sacar de una yema miles de plantas.

    Mariana Rivera