Política: POLI-04

Duhalde embistió contra los
políticos que lo cuestionan

Dijo que es porque quieren ser candidatos. Sin nombrarlo, el presidente apuntó a De la Sota. Sostuvo que la gente no apoyará a los que ponen piedras en el camino.


El presidente Eduardo Duhalde afirmó hoy que las críticas permanentes al gobierno "vienen de quienes quieren ser candidatos", y aseguró que la gente "les va a restar apoyo, porque advierte que no ponen el hombro sino piedras en el camino".

En obvia referencia al gobernador José Manuel de la Sota, quien la semana pasada aseguró que tenía la fórmula para salir del corralito, pero condicionó el revelarla a recibir el voto de los argentinos en el 2003, Duhalde dijo que "muchos dirigentes creen que hacer política es estar permanentemente haciendo críticas".

"Las críticas permanentes vienen de quienes se presentan como candidatos, pero a esto hay que acostumbrarse, porque es uno de los males de la política, es inevitable", sostuvo Duhalde en su programa Conversando con el Presidente, que se emite por Radio Nacional.

Sin embargo, Duhalde afirmó: "La gente empieza a advertir que las dificultades que tenemos son enormes, que la crisis requiere que todos pongamos el hombro y me parece que le va a restar apoyo a aquellos que no solamente no ponen el hombro, sino que están poniendo permanentemente piedras en el camino".

Rumbo claro


El presidente reafirmó que en un plazo de "60 días" se empezarán a ver los resultados de la política económica, porque "lo único claro, en medio de esta crisis tan tremenda, es el rumbo, que es la Argentina productiva".

"Para lograr ese rumbo fijo, para que no haya zozobra, se requiere vencer muchos problemas e inconvenientes que aparecen todos los días, pero hay que bancársela, porque va a requerir tiempo para salir", aclaró.

En este marco, Duhalde justificó la decisión de aplicar retenciones en todas las ventas al exterior para financiar planes de asistencia social, al afirmar que "con las políticas que hemos decidido, el único sector favorecido hoy es el exportador".

"Naturalmente los que deben aportar son los que en este momento van a estar favorecidos por las políticas, no hay otra forma, porque la recaudación ha caído abruptamente y la ayuda externa se demora", continuó con su argumentación, y aseguró que el sector exportador "va a tener ingresos suficientes como para hacer su aporte".

El presidente dejó en claro que esta decisión se debe a que "hay que resolver el problema de por lo menos dos millones de argentinos, la mayoría de ellos jefes o jefas de hogar sin ingresos, a los cuales tenemos que llegar en forma inmediata y en todo el país y en 45 días tenemos que hacerlo".

En ese sentido, Duhalde destacó la predisposición de las Fuerzas Armadas para colaborar en la entrega y producción de alimentos.

Tarifas y docentes


En tanto, sobre las negociaciones con las empresas públicas concesionadas por las tarifas, Duhalde sostuvo que el "interés y la decisión" del gobierno "es que estén acordes con el momento de crisis que vive el país. Aumentar tarifas significa que mucha gente no pueda pagar", advirtió.

Por otra parte, agradeció a los docentes haber concurrido ayer a clases, a pesar del paro anunciado por diversos gremios del sector, ya que, según indicó, "se dieron cuenta de la enorme dificultad que tiene el país, que la crisis es aguda y si abandonaban a los chicos, la agravan".

"Este presentismo tan alto es típico del docente cuando ve que corren riesgo sus alumnos; por eso estoy muy agradecido por la presencia tan grande de maestros a pesar del paro", destacó.

Una visita inesperada


Mientras el gobierno argentino continúa apostando gran parte del futuro al restablecimiento de la ayuda internacional, para hoy estaba previsto un importante encuentro entre el presidente Eduardo Duhalde y el subsecretario para Asuntos Políticos del Departamento de Estado norteamericano, Marc Grossman. Se esperaba que en esta reunión también participaran el canciller Carlos Ruckauf y el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.

El viaje no figuraba dentro de las agendas que las autoridades argentinas tenían elaboradas en el proceso de recuperación de confianza de los Estados Unidos y el resto del mundo. Por ese motivo, la llegada del enviado de George Bush fue tomada en Buenos Aires como una buena señal desde el país del norte, que podría ayudar para que se acorten los tiempos y la ayuda se restablezca.

De todos modos, cabe aclarar que la labor de Grossman en el gobierno norteamericano tiene un tinte puramente político y no económico. Para los representantes de la diplomacia argentina, el viaje tiene como objetivo volver a fortalecer los lazos entre los países, al margen de la actitud que vienen tomando los organismos internacionales de crédito como el FMI, donde los Estados Unidos ejercen su influencia decisiva.

Al país del norte le interesa que Argentina continúe siendo un aliado a nivel internacional, tal como ocurriera durante toda la década de los noventa y hasta la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Aquella relación se enfrió luego con la asunción de los sucesivos presidentes en diciembre del año pasado y, al menos hasta ahora, persisten signos de falta de confianza hacia Eduardo Duhalde.

El presidente argentino espera el momento en que pueda dialogar frente a frente con el presidente estadounidense para alejar todas esas dudas. Pero para ello deberá esperar hasta el 18 de este mes, cuando se inicie en Monterrey, México, la Conferencia Internacional para el Financiamiento del Desarrollo.

Grossman ocupa un lugar importante en el esquema del gobierno republicano: es el responsable del Departamento de Estado para el manejo de las crisis, de la integración política, económica y de asuntos de seguridad en las relaciones bilaterales de los Estados Unidos.