El gobierno resolvió hoy no suspender los campeonatos oficiales de fútbol ante la violencia en los estadios, pero pretende endurecer la legislación, antes del domingo próximo cuando se juegue el clásico entre los archirrivales Boca Juniors y River Plate.

"Tomamos la decisión de que siga el fútbol, pero tenemos claro que no depende solamente de la decisión del Estado, sino de toda la sociedad", dijo en una rueda de prensa el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez.

Alvarez admitió, no obstante, que si hubiera nuevos hechos de violencia "habrá menos margen para seguir argumentando a favor de la continuidad" de los torneos.

A su turno, el secretario de Deportes, Daniel Scioli, comunicó que el gobierno enviará hoy mismo al Congreso de la Nación un proyecto de una nueva ley de seguridad deportiva que eleva las penas de los delitos y crea la figura de homicidio por "odio deportivo", con prisión perpetua para quien la cometa.

En el diálogo con la prensa participó además el ministro de Justicia, Jorge Vanossi, tras una reunión con sus colegas del gobierno en la que evaluaron medidas debido a una escalada de violencia en las canchas, que dejó un saldo de tres muertos y decenas de heridos desde febrero en enfrentamientos entre hinchadas.