Opinión: OPIN-07 Cartas a la Dirección

Impunidad


Señores directores: En la Argentina, los crímenes grandes son tan grandes, que no se castigan, se premian. Si la dictadura de Videla apeló a las fuerzas de las armas para saquear al pueblo, los políticos apelaron al imperio de la democracia para consumar idéntico saqueo.

Cuando un reconocido sindicalista dijo que nadie hizo la plata trabajando blanqueó el robo que ejecutó contra nuestro país la clase dirigente y puso al descubierto una de las tesis fundamentales de este sistema.

En su obra "La élite del poder", Wright Mills, comprobó que existe una diferencia astronómica entre lo que acumularía un obrero ahorrando durante 30 años de trabajo, respecto del dinero que ganaría un especulador financiero en el mismo lapso de tiempo.

A partir de la gestión de Martínez de Hoz infinidad de bancos y entidades financieras han captado el dinero de los ahorristas para después quebrar y no pagarle a nadie, como así también en varias ocasiones se apeló a la inflación para minimizar grandes deudas y quitarle capacidad adquisitiva al pueblo (Alfonsín).

Es conveniente aclarar un asunto importante. Con la asunción de Menem al gobierno se introduce un nuevo factor de poder en la Argentina, el del delito organizado. El saqueo fue continuado por el peor gobierno de la historia Argentina, con De la Rúa; durante su breve administración aplicó 8 ajustes, acordó el blindaje, el megacanje y el corralito. El inservible gobierno de Duhalde coronó el despojo con la reciente devaluación.

Sin embargo, los nuevos ricos corporativos de Argentina no tienen ni siquiera una condena simbólica pues como dijo Honorato de Balzac "los poderosos pueden hacer lo que quieran, están por encima de todos. Todos los hombres somos iguales ante la ley, es una mentira inscripta en una Constitución; los poderosos no obedecen a las leyes, las leyes los obedecerán a ellos". Ricardo Carreño. DNI: 4.283.845. Ciudad.

Agradecimiento


Señores directores: Cuando el dolor atravesó a toda nuestra familia el pasado 8 de junio, día en que asaltaron y quemaron gravemente al padre de mis hijos, inmediatamente surgieron manos que en forma solidaria nos brindaron todo su apoyo, tanto humano como profesional. Por ello, nos sentimos eternamente agradecidos con quienes le dieron los primeros auxilios en el Hospital Zonal de Pergamino, de la provincia de Buenos Aires, derivándolo en forma inmediata al Hospital del Quemado de Capital Federal, donde gracias a la premura con que trabajaron pudieron salvarle la vida.

Pero, por sobre todo, vaya además nuestro eterno agradecimiento a la Obra Social del Peón Rural y Estibador de la República Argentina (Osprera), que facilitó su total recuperación, cobijándonos en el hotel Facón Grande perteneciente a la Unión Argentina del Trabajador Rural y Estibador (Uatre), en el cual todo el personal puso a nuestra disposición sus instalaciones con un trato afectuoso y solidario para todos nosotros. Asimismo, queremos hacer una mención especial para las autoridades de nuestra obra social, su personal técnico profesional y administrativo de la Gerencia de Prestaciones, de quienes recibimos todo su apoyo y contención. Carolina Abalo e hijos de Marcos Irazusta.