El Senado ingresará esta semana con un rumbo definido en la última etapa de análisis del proyecto que limita las jubilaciones de privilegio: excluir a magistrados, diplomáticos y obispos de los alcances de la ley.

Ocho senadores de las distintas bancadas confirmaron a DyN que la voluntad mayoritaria del cuerpo se encamina en el sentido de afectar solamente a los jubilados políticos, ex funcionarios o legisladores; pero dejar al resto de los regímenes especiales fuera del tope de 3.100 pesos que estableció la media sanción de la Cámara de Diputados.

Formalmente, está previsto que el plenario de siete comisiones que analiza el tema reciba mañana a los constitucionalistas Daniel Sabsay y Gregorio Badeni para que brinden sus opiniones, y es probable que el jueves se hagan las últimas consultas antes de la sesión especial prevista para el 9 de octubre.

Sin embargo el debate central ahora parece concentrarse en el terreno político, ya que los bloques justicialista y radical tienen previsto discutir este tema durante la semana para definir una posición.

Los que piensan que hay que modificar el texto que ingresó con media sanción de la Cámara de Diputados tienen como eje un proyecto presentado por el radical Raúl Baglini, que propone legislar sólo para los jubilados políticos.

Allí hace referencia exclusivamente a los sistemas jubilatorios para legisladores, ministros, secretarios y subsecretarios del Poder Ejecutivo, secretarios y prosecretarios de las cámaras legislativas, intendentes, concejales, secretarios y subsecretarios de los concejos deliberantes.

Según explicó, de este modo "el resto de los regímenes especiales de jubilación (magistrados, diplomáticos y obispos) podrán ser objeto de una discusión libre de presión y con mayor tiempo, que evitará una catarata de juicios en contra del Estado que podrían rondar los 500 millones".

Esa propuesta suma la adhesión de la mayoría de los radicales y de senadores referenciales del PJ, como el jefe del bloque José Luis Gioja, el vicepresidente del Senado, Marcelo López Arias, Miguel Angel Pichetto (uno de los principales fogoneros de las modificaciones), Marcelo López Arias, Luis Barrionuevo y Oscar Lamberto.

El senador santafesino, Oscar Lamberto, señaló que "más allá de que se mantenga" el espíritu de lo sancionado por la Cámara de Diputados, "hay que corregir el texto" porque tiene "grandes falencias jurídicas".

En este sentido, aseguró que "todavía faltan más plenarios de comisiones y de bloque" para poder adelantar qué posición adoptará cada bloque respecto de la derogación de las jubilaciones de privilegio, cuyo tratamiento en el recinto del Senado está previsto para el 9 de octubre, en el marco de una sesión especial.

Lamberto aseguró que "una cosa es derogar las jubilaciones de privilegio, que estamos de acuerdo, pero otra cosa es hacer una mala ley y que el Estado termine perdiendo fortunas por la falta de seriedad en la confección de la norma. Cada vez que se toca el tema previsional o que se tocan derechos adquiridos, que se lo hace por problemas presupuestarios, el Estado termina perdiendo en la Justicia. Hay que legislar bien", enfatizó.

Lamberto confirmó que el proyecto que sea aprobado por el Senado "va a terminar" con las jubilaciones de privilegio para "parlamentarios y funcionarios del Poder Ejecutivo, de modo tal que nadie que tiene que ver con la función política" reciba un tratamiento previsional especial.