La frutilla no ha podido aprovechar las posibilidades que se presentan por la devaluación, debido a las importantes mermas en el área de cultivo, las pocas exportaciones y el factor climático, que hizo decaer los rendimientos.
En Coronda, Arocena y Desvío Arijón, el único foco productivo de esta fruta en la provincia y el más importante del país, sólo se sembraron 240 hectáreas contra las 700 que supo haber años atrás, lo que apenas permitió abastecer el mercado interno, sin exportaciones de importancia.
Para colmo, el clima enrarecido, que provocó tormentas con granizo y destrucción de cultivos, hizo que varios productores piensen en abandonar la frutilla. Sin embargo, están los que apostarán a la menor siembra y la consecuente mejora del precio.
"Los costos por hectárea llegan a $ 36 mil, y recién se empiezan a recuperar a los 3 meses de la plantación", explicó el productor David Piumatti, quien considera fundamental para la zona una ayuda estatal, atendiendo a las dificultades que hoy presenta el sector. Luego de la zona corondina, se produce frutilla en Tucumán, Corrientes y ciertos sectores de Buenos Aires.
El precio del kilo de frutilla está en el orden de $ 1,70. Los productores las envasan en cajones plásticos de 5 kilos o en cajones de madera o cartón.
Algo más de arroz
Luego de años muy difíciles, en que algunos molinos tuvieron que dejar de operar (un ejemplo es el Molino Arrocero San Javier SA, que por los graves problemas económicos cerró, aunque vendió la marca Mocoví a un molino que se instaló cerca de Rosario), el área sembrada aumentaría de 6.500 a 7.000 hectáreas, según las primeras estimaciones. De ese total, 5.700 serían del departamento San Javier y 1.300 del Garay.
La producción de la cosecha anterior fue de 24.470 toneladas de arroz, según el Magic, en toda la provincia. La industria del arroz, en tanto, todavía ve complicado el panorama, ya que el precio de la materia prima se ha incrementado por la demanda exterior de arroz cáscara, lo que no puede ser trasladado a precios por el bajo poder adquisitivo de la población.
En todo el país, la campaña 2001-2002 dejó unas 600.000 toneladas de arroz cáscara, y el precio en el mercado interno, según los industriales, no ha compensado los efectos de la devaluación.
Un productor de Sauce Viejo, que supo sembrar arroz, no lo hará este año por los elevados costos del gasoil y de los productos agroquímicos, que le impiden cerrar favorablemente las cuentas.
