Cultura: CULT-03 El prodigio de las revelaciones
Por Estrella Quinteros

"Señales", de Elda Massoni. Colección Escalera de Papel, N° 8. Rafaela, Santa Fe, 2002.


En la ciudad de Rafaela fue presentado este libro, coincidiendo con la fecha de cumpleaños de Elda Massoni. Una manera de volver a tenerla cerca y de recordar su tarea literaria, generosa y comunicativa; también la conducción de la revista Sensación de Cultura, donde confluían notas y reportajes de literatura, con la mirada especialmente dirigida hacia la región y sus hacedores. Lamentablemente esta publicación desaparece con ella, lo que indica una ausencia doblemente sentida, en momentos que en general se torna difícil difundir la palabra escrita a través de los medios.

Este libro ha sido realizado gracias a sus amigos, y al aporte de la Comisión Municipal para la Promoción de la Cultura. Reúne los últimos trabajos de la poeta, presentando temas, narraciones y el punto reflexivo de contenido espiritual que, al final de sus días, Elda ponderaba en hondo compromiso con la vida, la de todos. La preocupación por un mejor destino de las criaturas es lo destacable en esos tramos, donde aparecen señales como éstas: "No hay nada que hacer. / O sí. Estar atentos / apretar los dientes y mirar más allá. / Soltar la amarra del prejuicio, / dejar que el ruido se haga lejano. / Todo nos circunda. Nos traspasa. Nos penetra / Quien no esté alerta / perderá el prodigio de las revelaciones".

Se puede pensar que Elda alcanzó la sabiduría, que es otorgada a quienes insisten en el despertar, aquello de lo que solía hablar Juarroz, lo que se puede interpretar como la esperanza, la no derrota. Pero que es alcanzada solamente desde el crecimiento, y se sabe no alejada del dolor. Leemos: "Toda vida es el gran libro del aprendizaje. Y con final abierto, para que podamos escribirlo poquito a poco, con lágrimas o con dicha, con plenitud o con carencias. A veces el secreto está en sentarse unos momentos a pensar serenamente antes de seguir los rumbos que dictan la voluntad o la intuición. Nunca hay un solo camino por seguir, hay caminos múltiples que serpentean, se bifurcan, se ocultan y de pronto se abren generosamente permitiendo el paso. No hay búsquedas infructuosas, sí hay cansancios y miedos que incitan a abandonar".

El conjunto resulta finalmente algo más que la suma de poemas y cuentos agrupados a modo de antología -con el esmero de Liana Fiedrich-; hay claves y designios, instantes de luz que alcanzan para superar agobios.

Acompañan ilustraciones de la artista plástica rafaelina, Sara López Caula.