Area Metropolitana: AREA-01

Los vecinos de Playa Norte aún no reciben soluciones

Guillermo Di Salvatore. NI EL FLAUTISTA DE HAMELIN podría hacer desaparecer la cantidad de ratas que invadieron Playa Norte.
Son blanco frecuente de delincuentes que viven en una villa frente a sus viviendas. Tras la inundación creció un basural cercano a la laguna. Están agobiados y las autoridades no solucionan sus problemas.


El reclamo es viejo. Pero la inundación agravó los problemas que desde hace años padecen los vecinos de Playa Norte, un sector que se perfiló en un principio como residencial y que esfumó sus aspiraciones cuando se instaló en la zona un asentamiento ilegal.

Muchas de las viviendas están deshabitadas porque sus propietarios se cansaron de sufrir hechos delictivos y las dejan al cuidado de caseros. Pero ni siquiera ellos resisten el embate cotidiano de los ladrones de la villa de enfrente.

"Actúan con total impunidad. Cortan los cables de teléfono para desconectar la alarma y entran. Te roban el perro y después te tocan el timbre y te preguntan cuánto les das para recuperarlo. Después de cuatro o cinco veces ya les contestás que se queden con tu perro. Y así con todo lo que se llevan, aritos de oro, secarropas, etc", afirmó una vecina indignada.

"Nadie se anima a entrar, ni médicos ni cadetes, y mucho menos de noche. Los tiros se escuchan en forma permanente y no podemos salir porque todos están armados".

A este problema se suma un enorme basural próximo a la laguna que creció en forma descomunal luego de la inundación. "Los camiones de la empresa Malliozzi están rellenando la cava con basura. Esto trajo un montón de ratas y un olor impresionante, y además rompieron los cables del alumbrado público que todavía no se habían robado. Y no los quieren reponer", aseguran.

De noche la zona es una boca de lobos y como el municipio les contestó que no disponía de dinero para colocar los focos, los compran ellos. Una vergüenza.

Luego de la inundación, la villa aumentó notoriamente su cantidad de habitantes. Y los problemas.

De un lado a otro


"Hablamos con el gobernador Reutemann pero nos dijo que debíamos plantear el problema ante el municipio". Cómo si no lo hubieran hecho. "Ya estamos cansados de hacer reclamos en todas las secretarías de la Municipalidad y que no resuelvan ni uno de los problemas que planteamos".

Están cansados pero siguen luchando por mejorar su calidad de vida. Casi no les quedan armas de combate. La villa crece, los servicios son cada vez menos y los malvivientes gozan de mayor impunidad.