Pantallas & Escenarios: PAN-01

The Beats en Santa Fe: Los Simuladores

Mercedes Pardo. NOSOTROS Y LOS OTROS. La banda argentina mostró una vez más su fidedigna representación estética y musical de los inolvidables músicos de Liverpool.
Estanislao Giménez Corte


No ignoramos que el arte de la simulación es complejo y riesgoso. Llevado a cabo sin precisión y talento, puede ser objeto del ridículo del que dicen, no se vuelve; si no hay una afinada estructura y convicción, puede transformarse en una pantomima humorística involuntaria y triste. De esto saben mucho los actores, condenados -o bendecidos- por ese estigma de ser otro (aunque hay muchos que nunca lo logran, ¿no?).

Claro que hay casos en que la representación está precedida por un celoso ímpetu profesional; por el respeto y la admiración (pero) sin el fanatismo desmesurado, por el verdadero amor hacia esa personificación. Entonces ésta deviene entrañable práctica y habilitación para otear la vigencia de una música extraordinaria y los tiempos en que se hizo: la música de The Beatles en la dorada década del 60.

Un ejemplo de esto es Un viaje en submarino, el último show urdido por The Beats, presentado el pasado viernes en el Municipal, con una gran asistencia de público que dio a los fanáticos -una vez más- la razón de su "militancia" Beatle. El espectáculo recorre con altura y severa fidelidad las diferentes etapas de "los cuatro" de Liverpool que dieron vida a uno de los verdaderos fenómenos de masas de la historia moderna.

Como verdaderos abanderados de un legado grandioso, el grupo argentino -distinguido en 1996 en la Beatles Annual Convention como "La Mejor Banda Beatle del Mundo"-, viaja por el mundo desde hace años con ese mandato singular, distinguiéndose entre los 200 grupos que alrededor del mundo están dedicados a una similar tarea.

Un submarino de dos mundos


"Había una vez ... tal vez dos veces, un submarino...". Así se inicia el show, con un video que narra -en una cuidada animación- el "encuentro" entre The Beatles y The Beats. Allí, ingleses y argentinos coinciden en la necesidad de mantener viva la herencia extraordinaria de los Fab Four. En un ejercicio constante de interrelación entre video y "vivo", aparecen los argentinos para arrancar la noche con Hey Bulldog. Ya desde el primer tema quedan en claro varias cosas: los registros vocales de cada uno de ellos, la vestimenta, los instrumentos que portan, la forma de moverse en el escenario, todo ha sido estudiado con empeño de científico para redondear una puesta equilibrada y emotiva.

Siguen Yellow submarine; Ob-la-di, Ob-la-da y All you need is love, en un primer segmento. Éste concluye y mientras los músicos se cambian, el video sirve para aprender y solucionar el problema de los "tiempos muertos".

Regresan vestidos a la usanza del famoso show hecho en las terrazas de Apple (circa 1969). Allí "Paul" (Claudio Batista) canta Get Back y Oh Darling; "John" (Diego Pérez) hace Donït let me down y "George" (Patricio Pérez) uno de los grandes tema de Harrison, Here comes the sun.

Regresando en el tiempo, tocan She Loves You y en la retrospectiva llegan hasta la grabación del primer single, Love Me Do (62). Tras lo cual, avanzamos nuevamente para disfrutar una de las grandes creaciones de Mc Cartney, Yesterday. Luego, se muestran los "early years" (primeros años), cuando con camperas de cuero y peinados a lo Elvis, los púberes ingleses hacían covers de grandes del blues y el rock and roll.

Acto seguido, ya todos vestidos de blanco y con un ingreso al escenario que homenajea la fotografía del álbum Abbey Road, tocan Let it be, Michelle y la hermosa In my life.

Después llegan los justos (y emotivos) homenajes. Primero, al recientemente desaparecido George Harrison. De él se escuchan, Something y While my guitar gently weeps, ambas extraordinarias composiciones. Luego, a Lennon, por supuesto. Dos canciones de su etapa solista, Imagine y Jealous Guy cierran un segmento muy aplaudido.

Sobre el final, portando las chaquetas de la época de Sergeant Pepperïs, tocan Magical Mistery Tour y luego Help!. Como colofón, los espectadores disfrutan de un video sobre la historia de The Beats: sus viajes, sus distinciones, sus participaciones en la prensa y la TV. Para cerrar, A hard days night y Twist and shouts. De pie, los beatlemaníacos de muy diferentes edades que llenaron el recinto piden los obligados bises.

Alguna vez lo sentenció Joe Cocker: "Después de Los Beatles no hay nada nuevo bajo el sol", dijo. Los argentinos parecen responder: no hay nada nuevo, por supuesto, pero están The Beats para recordárselo a todos.

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