El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, aceptó hoy la dimisión del primer ministro Mahmud Abbas, indicaron varios diputados y fuentes de la presidencia palestina. Lo anunció a los legisladores el propio Arafat, quien encargó a su gobierno postergar los asuntos en curso por un período de cinco semanas.

"El presidente Arafat informó al Parlamento que el gobierno de Abu Mazen (nombre de guerra de Abbas) ha sido encargado de postergar los asuntos en curso, lo que significa que la dimisión ha sido aceptada", dijo un alto responsable de la presidencia palestina.

"El presidente podría solicitar a Abu Mazen formar un nuevo gobierno o a algún otro", agregó.

La renuncia del primer ministro palestino fue acogida con inquietud por los países occidentales y por una llamada de atención de Israel, mientras que el mundo árabe llamaba a la unidad con el mundo pueblo palestino.

La Liga Arabe afirmó estar "muy a favor de la unidad palestina" y expresó su esperanza de que esta dimisión "no afectará a la posición palestina frente a las agresiones y violencia israelíes".

El gobierno egipcio solicitó a "la dirección palestina, superar la difícil situación en la que se encuentra, para que entre todos puedan solucionar los problemas de Palestina frente a las agresiones provocadoras de Israel". En Gaza, un alto responsable del movimiento islamista radical palestino Jamas estimó que esta dimisión era "inevitable", ya que el gobierno de Abbas fue impuesto por Estados Unidos e Israel.

En Jerusalén, la presidencia del consejo, pese a calificar la dimisión de "asunto interno palestino", señaló de inmediato en un comunicado que no permitirá que el presidente Yasser Arafat o uno de sus incondicionales retome el control de la Autoridad Palestina.

Los palestinos deben escoger entre la vía de la negociación o la del terrorismo, declaró el jefe de la diplomacia israelí Sylvan Shalom, y dijo que "el gobierno israelí no negociará con Arafat. Este hombre es parte del problema, no de la solución. Pone en peligro la estabilidad de la región".

En Washington, las primeras reaciones han sido muy comedidas, y el Departamento de Estado se limitó a declarar que continuará a "seguir de cerca la situación según vaya tomando forma".

El secretario de la Seguridad Interior, Tom Ridge, que se encuentra en Italia, afirmó que la dimisión de Abbas provocará un "retraso inevitable" en el proceso de paz. (EFE-AFP).