Pantallas & Escenarios: PAN-04 El maestro Guarnaschelli creó un coro en Viena


Cuando un vicio ha perdurado durante medio siglo, resulta difícil abandonarlo y ni el desarraigo resulta propicio. Es el caso del maestro Rubén Guarnaschelli, con una vida dedicada a la dirección coral, actualmente radicado en Viena con su esposa Vilma di Biasio.

Según un testimonio editado en "Viena Digital, Centroeuropa Hoy", el músico santafesino denomina "locura" a esa pasión vocacional que ahora lo ha impulsado a crear un coro en la capital austríaca. Los Guarnaschelli se instalaron en Viena para vivir con su hija Nuri, la virtuosa cornista que reside en Europa desde hace 20 años y que actualmente trabaja en la orquesta sinfónica de la ORF.

"Poco ha durado el incipiente retiro y, si bien don Rubén reconoce que ha sido su hija quien lo ha animado a dar el paso de organizar un coro, está claro que no ha tenido que insistir mucho", escriben en el citado portal hispano de Viena.

El coro en formación reúne voces de Argentina, Uruguay, Holanda, España y Austria, y son por ahora únicamente femeninas: "Los varones son más reticentes a la hora de cantar", señala Guarnaschelli. Falta una soprano y "parece como si todas la mujeres aquí fumaran", bromea luego, explicando la escasez de registros altos.

Para ingresar al grupo no se requieren conocimientos musicales, solamente cierta disciplina y "honradez", dice Vilma. "El que encaja en un coro difícilmente deja el canto, pero el que va buscando otra cosa no encaja y se va", aclara la ex interprete de viola que se jubiló en la sinfónica santafesina.

"La semilla de un árbol grande" es el título de esta nota on line. El periodista vuelve a la metáfora botánica para definir la decisión del expatriado maestro santafesino como un trasplante o injerto, refiriéndose a estas prolongaciones de la vida musical santafesina que crecen en los exigentes ámbitos europeos.