Economía: ECON-04 Cipress aboga por actitudes reflexivas sobre el Sida


A lo largo de la historia, la humanidad se ha enfrentado a numerosas enfermedades cargadas de significaciones como la lepra, la tuberculosis o el cólera. Estos males conmocionaron a la comunidad científica y horrorizaron a la población.

Desde los inicios de la década del ï80 una nueva epidemia se suma a la lista de los grandes problemas de salud que aquejan y preocupan al hombre: el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

Lejos de estar en relación con un tipo de preferencia sexual, el mal se halla vinculado a una serie de conductas o prácticas mediante las cuales el virus es transmitido. Así el Sida, enfermedad infectocontagiosa, dejó de ser un mal exclusivo de homosexuales para convertirse en un problema de todos.

Las distintas formas de contagio de esta enfermedad son compartir agujas con sangre infectada, tener relaciones sexuales con una persona portadora de VIH, recibir una transfusión de sangre que contenga el virus y, en menores posibilidades, de la placenta de una madre infectada a su bebé. Muchas personas no tienen malestares iniciales y pueden contagiar a otras sin saberlo.

Es evidente que una de las mayores causas de la propagación del Sida es la escasa información que amplios sectores de la sociedad reciben. La educación sexual y sanitaria es una de las armas más eficaces que el hombre tiene frente a esta epidemia; es a este ámbito dónde deben dirigir los gobiernos sus políticas preventivas, claro está, que también deben acompañar el desarrollo de las distintas investigaciones que se llevan a cabo.

A pesar del trabajo que realizan diariamente los investigadores, aún no se ha llegado a descubrir la cura del HIV. Los distintos tratamientos, de costos altísimos, que se llevan adelante sólo ayudan a que el paciente se sienta mejor y pueda vivir más tiempo. Mientras tanto, la ciencia continúa su búsqueda.

Situación actual


Veinte años después del descubrimiento de la enfermedad son más de 60 millones las personas portadoras de VIH. El Sida ha pasado a ser la cuarta causa de mortalidad en el mundo. En el planeta cada seis segundos alguien contrae el mal.

En la Argentina la epidemia adquiere un perfil de "empobrecimiento".

La desigualdad en el acceso a los servicios de salud, la falta de contención emocional y psicológica basada en las relaciones interpersonales, la falta de educación e información son algunas de las caras visibles que agudizan el cuadro.

Las cifras son alarmantes, las políticas preventivas y sanitarias provenientes del Estado se han tornado imprescindibles. El VIH es una realidad que golpea cada vez más fuerte y cerca de nosotros.

Trabajando por y con el otro


A lo largo del país numerosas organizaciones no gubernamentales buscan hacer efectivas las pocas armas con las que nos servimos frente al VIH/SIDA. La prevención y la información se difunden en la sociedad gracias al trabajo de estas instituciones de origen espontáneo. El Estado una vez más delega sus tareas y deberes a la población.

En la ciudad de Santa Fe, el Centro de Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida (Cipress) es uno de los principales referentes a la hora de hablar de la enfermedad. Esta asociación civil sin fines de lucro, creada en 1991, tiene como objetivo planificar y ejecutar actividades tendientes al logro de una actitud reflexiva y preventiva en los distintos niveles de la comunidad.

Cipress es un equipo interdisciplinario conformado por médicos, asistentes sociales, bioquímicos, psicólogos, sexólogos y docentes, entre otros. Gracias a esta pluralidad de conocimientos logran brindar asesoramiento, capacitación y contención social a portadores, familiares y amigos. La tarea es completa, ya que también informan a la población acerca de las prácticas preventivas del Sida y de cualquier otra enfermedad de transmisión sexual.

Se hace difícil poder llevar adelante ideas y proyectos en tiempos de crisis. Muchas veces la problemática financiera retiene el entusiasmo y las ilusiones de trabajar con y para los demás.

Sin embargo el Cipress, en conjunto un grupo de personas del área de Servicio Social del Hospital Iturraspe de nuestra ciudad, llevó adelante durante parte del año 2001 y 2002 un proyecto sobre VIH/SIDA en cárceles.

La muralla


El trabajo titulado "La prevención atraviesa la muralla" se realizó en el Instituto de Detención Unidad II de la capital santafesina. Si bien una de las tareas centrales consistió en capacitar en la temática de VIH a los internos, también se llevaron a cabo otros trabajos como folletería, obras de teatro, etc.

Está claro que cuando los problemas no son tenidos en cuenta, como debiera ser, por las políticas gubernamentales, es la sociedad la que de una u otra manera atiende estas falencias.

Sin bien actividades como las que lleva adelante el Cipress son dignas de destacar y apoyar, es tarea del Estado confeccionar y distribuir la información necesaria para que, en este caso, una de las enfermedades más fuertes de los últimos tiempos tenga una política preventiva acorde.

El material humano y profesional necesario para la concreción de proyectos sanitarios es más que suficiente, sólo resta esperar respuestas y apoyo de los distintos gobiernos. Si en el ámbito nacional se publicita el "cambio" de las políticas sociales y económicas, el área de salud es sin lugar a dudas uno de los sectores que primero debe vivenciar esta transformación.