Pantallas & Escenarios: PAN-02 Notable propuesta de cine de cámara


La proximidad en el tiempo y en el dolor de lo que sucedió con el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, quizás imposibilite el distanciamiento necesario para reflejarlo con cierta objetividad. Consciente de este problema, el director debutante Jim Simpsom eligió como tema para evocar esos días tristes nada más que el socorro que pide un capitán de bomberos, que perdió ese 11 de setiembre a casi todos sus subordinados, a una escritora. El motivo de tal ayuda es no saber qué decir en los funerales de sus compañeros.

Eso es lo que ocurre diez días después de los hechos, cuando algunos cuerpos fueron encontrados bajo los escombros. La acción casi total del filme es en la oficina de esta escritora-periodista y todo es una intensa conversación jalonada de preguntas y tímidas respuestas, lo que convierte a esta cita en toda una confrontación de emociones y recuerdos en donde la "presencia" de los desaparecidos no se limita a los ocho amigos del capitán sino a todos los que allí perdieron la vida.

Simpson utiliza fundamentalmente el campo y contracampo como planos base de su narración. Sólo algún exterior evocado o lo que registraba la cámara de televisión que ese día mostraba el movimiento que hubo en la puerta del destacamento de bomberos que, como borrones, muestra las últimas imágenes de quienes ya no volverían. Nuestros protagonistas charlan y buscan desesperadamente la vida a través de la muerte y hasta imaginan bailar un tango, tal vez convocando la sensualidad de esta danza.

Sin duda, la fuerza y toda la energía del filme parten de las conmovedoras actuaciones de Sigourney Weaver, una de las principales impulsoras de esta película, y de Anthony La Paglia. Es la química que nace y crece entre ellos lo que construye esa espiral de humanismo que es todo el filme, en el que no se ven las torres ni los aviones, ni ninguna de las imágenes televisivas que tuvieron tanta difusión en su momento. Simpson esquiva todo posible contacto con el sensacionalismo (y nacionalismo), y un eje de dolor y profundo respeto marca su punto de vista.

Con una austeridad poco común, es sólo la cámara registrando sin puntuaciones ni movimientos, apenas con la quietud del plano y el silencio, ocasionalmente alterado por algunos acordes que evocan un réquiem, Simpson nos impone ese respeto y sentimiento solidario, que acentúa el hermoso tema musical que se extiende mientras pasan los títulos finales. Un filme de rara intensidad, hecho con la materia prima de la angustia.

"Diez días después"


"("The Guys", Estados Unidos, 2003); Dirección: Jim Simpsom; guión: Anne Nelson; fotografía: Maryse Alberti; música: Mychael Danna; montaje: Sarah Flack; Intérpretes: Sigourney Weaver, Anthony La Paglia,Irene Walsh, Jim Simpsom, Julián Trompeter y Kataherine Schreiber; duración: 90m. Presentada por FACC en el América.

Juan Carlos Arch