Madrid. - Cuatro sospechosos islamistas de los atentados del 11 de marzo, entre ellos su presunto cerebro, se inmolaron haciendo estallar un explosivo anoche en su departamento, matando a un policía durante una espectacular operación llevada a cabo por fuerzas especializadas en la periferia de Madrid.

Los cuatro sospechosos se inmolaron cuando la policía trató de acceder a la vivienda que ocupaban en la localidad de Leganés, en la periferia madrileña.

"Cuatro terroristas suicidas fueron encontrados. Tres de ellos ya han sido identificados, entre los cuales Serhan Ben Abdelmajid Fajet, conocido como El Tunecino y que sería el jefe del grupo que llevó a cabo los atentados" del 11 de marzo, declaró hoy el ministro de Interior en funciones, Angel Acebes.

Sobre El Tunecino pesaba una orden de búsqueda y captura internacional dictada el 31 de marzo pasado por el juez de instrucción Juan del Olmo en el marco de las investigaciones sobre los atentados que causaron 191 muertos.

Los medios españoles, citando fuentes de la investigación, señalaron hoy que entre los muertos podían figurar también los marroquíes Jamal Ahmidan, alias El Chino, uno de los principales presuntos autores de los atentados, y uno de los hermanos Mohamed o Rachid Ulad Akcha, que también son buscados por la justicia.

Un miembro de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) de 41 años y padre de dos hijos, murió a consecuencia de la explosión que se registró hacia las 21 locales y que fue tan fuerte que sólo quedaron en pie los pilares de los primeros pisos del edificio.

El suicidio espectacular de los terroristas tuvo lugar sólo dos días después del descubrimiento de una bomba en la vía del tren de alta velocidad que une Madrid con Sevilla y tres semanas después de los atentados de Madrid.

"Los terroristas se inmolaron provocando la muerte del policía de las fuerzas especiales. La explosión fue muy fuerte, el techo y la parte posterior del edificio cayeron", declaró Acebes después de la operación, que había comenzado al promediar la tarde del sábado y que terminó hacia la medianoche.

La policía había desplegado hacia las 18 local un importante dispositivo de varias decenas de agentes y dos helicópteros para tratar de detener a tres sospechosos de origen árabe en un edificio de la calle Carmen Martín Gaite.

Según el ministro de Interior, los individuos respondieron al cerco policial con disparos y "gritos y cánticos en árabe".

Entonces la policía evacuó el inmueble y los edificios vecinos ocupados por centenares de habitantes impactados por la situación. Cuando la policía lanzó el ataque, los sospechosos "provocaron la explosión con la ayuda de una fuerte carga explosiva", explicó Acebes.

Hoy, toda la manzana estaba acordonada por la policía y varios empleados municipales recogían escombros. Miles de curiosos contemplaban atónitos la fachada reventada del edificio, sobre todo el primer piso donde se encontraba el departamento que ocupaban los sospechosos.

La explosión dañó seriamente el edificio, que será seguramente derrumbado en los próximos días, y afectó a las estructuras de otros inmuebles de la calle.

Quince sospechosos están actualmente detenidos en el marco de las investigaciones sobre los atentados del 11 de marzo. La justicia española dictó seis órdenes de busca y captura internacional contra presuntos responsables de la masacre. (AFP)