Economía: ECON-01

Piden a las petroleras mantener los precios

Las empresas del sector advirtieron que habrá subas de entre el 5 y el 7% en los combustibles líquidos. FOTO: AGENCIA DYN.. 
Para el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, un aumento sería sólo por "avaricia". Las petroleras aducen que el barril está por encima de los U$S 40. Los precios se congelaron en enero de 2003.


El gobierno argentino les pidió a las petroleras que operan en el país mantener el precio de los combustibles líquidos, cuando las compañías analizan un encarecimiento de las naftas, en sintonía con la escalada en la cotización internacional del crudo.

La administración de Néstor Kirchner solicitó a las empresas del sector que no suban sus precios por entender "no han tenido aumentos de costos desde hace 2 años", dijo el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández.

"No me parece razonable ninguna modificación en los precios, si lo hacen es por pura avaricia, por querer ganar más. Las firmas deben tener responsabilidad social", declaró el ministro a Radio Diez de Buenos Aires.

Sin embargo, las firmas del sector analizan una subida después de que el valor internacional del crudo alcanzó el viernes un precio récord al cerrar en U$S 41,38.

Las petroleras que operan en Argentina quieren incrementar entre el 5 y el 7% los precios de los combustibles líquidos.

Fernández aseguró que las petroleras en Argentina "no han tenido, desde la conversión de los depósitos en dólares a pesos (2001), ninguna modificación importante en sus costos internos, y sí han tenido más de $ 3 mil millones (unos mil millones de dólares) en utilidades".

Un momento áspero


La discusión entre el Ejecutivo y el sector privado se da en momentos en que el país atraviesa una profunda crisis energética que ha llevado a la creación de una empresa de energía con capital mayoritariamente público.

La creación de esta compañía está comprendida en el plan para paliar la crisis energética que el gobierno anunció el último martes, por el cual invertirá $11.150 millones (3.818 millones de dólares) hasta 2009.

Este monto se destinará a la producción y distribución de gas y electricidad, la importación de energía y la creación de esta empresa estatal llamada Energía Argentina (Enarsa).

Enarsa estará participada en el 53% por el Estado nacional y en el 12% por las provincias, mientras el 35% restante se colocará en la Bolsa de Buenos Aires.

Para financiar parte de la inversión que demandará al Estado argentino, el desarrollo del plan energético durante los próximos 5 años, el gobierno anunció que aumentará en 5 puntos porcentuales las retenciones a las exportaciones de combustibles líquidos.

Desembolso fuerte


El Estado deberá desembolsar entre 1.100 y 1.500 millones de pesos (entre 379 y 517 millones de dólares) para paliar la crisis energética, de acuerdo con las primeras estimaciones oficiales.

Esa cifra se destinará al pago del combustible (fueloil y gasoil) que ya comenzó a comprar a Venezuela, y a los subsidios que se darán al sistema eléctrico para que dejen de utilizar gas natural para la generación, y lo reemplacen por los combustibles líquidos.

El jefe de Gabinete consideró que con las medidas adoptadas por el gobierno se está logrando "sobrellevar el déficit energético sin que afecte las condiciones de crecimiento que la economía argentina demuestra".

Otro componente del plan lanzado por el gobierno argentino es el ya puesto en marcha programa de uso racional de la energía, que impone premios y castigos a los usuarios residenciales y comerciales para incentivar el ahorro.

El gobierno autorizó el lunes pasado subidas en las tarifas del gas que van del 15 al 36% para las industrias, generadoras de electricidad y proveedoras de gas natural comprimido.

No incide en costos


En cambio, el gobierno rechazó el reclamo de las petroleras para aumentar el precio de las naftas, debido a la escalada del valor internacional del barril de petróleo crudo que cerró la semana en su máximo histórico de U$S 41,38, al afirmar que esta variación no modificó los costos internos de las empresas.

De esta manera, para el gobierno "no hay ningún motivo" para que se modifique el actual acuerdo entre productores y refinadores que fijó un valor a nivel interno del barril en U$S 28,50, y se mantuvo así desde enero de 2003, lo que se tradujo en un congelamiento de precios de las naftas.

A criterio de los productores, y debido a la abultada deuda que se generó producto de la conformación de un fondo de compensación entre el valor del crudo establecido a nivel interno y su precio internacional, se debería modificar esa cifra y acercarla a los U$S 32 ó 33, lo que se traduciría en un aumento de los combustibles en los surtidores.

Lavagna: se afectará el crecimiento


El ministro de Economía, Roberto Lavagna, estimó que la crisis energética afectará el crecimiento económico y los precios en algunos sectores, no obstante afirmó que la tasa de expansión mínima de la economía será de 5,5 % este año.

En sendos reportajes a los matutinos Clarín y Página 12, efectuados en París donde participa de una reunión de la OCDE, Lavagna reiteró que no habrá un pago inicial en efectivo por la deuda, y aseguró trabajar muy cómodo con el presidente Néstor Kirchner si bien "no siempre estamos de acuerdo en todo".

Lavagna dijo que "hay una situación crítica de corto plazo que nos cuesta en términos de nivel de producción, en precios en algunos sectores, en retrasos en la entrega de insumos en la industria de la construcción".

Consultado sobre el impacto de la crisis en términos de PBI, Lavagna respondió que es difícil de decir porque depende también de cuestiones climáticas o de si habrá agua en las represas, aunque admitió que tendrá algún efecto y que probablemente se reflejará en los indicadores de mayo.

No obstante, el ministro de Economía afirmó que "la tasa de crecimiento mínima este año será del 5,5 %".

Ante una consulta, Lavagna dijo que el gobierno no ayudará a las empresas que están suspendiendo personal por la crisis, y en cambio enfatizó que "hay que ahorrar energía en otros sectores -por eso el plan de premios y castigos o la suba del precio del GNC para bajar la demanda en los automóviles- para asegurar que haya oferta energética para la industria".

Respecto del eventual impacto que podría tener en el país el actual contexto internacional, con suba del petróleo, tasas de interés altas y crisis en Brasil, afirmó que "hoy la economía argentina va a ser afectada menos que otras economías porque no estamos recurriendo a capitales de corto plazo".

En tal sentido, explicó que "a esos capitales especulativos tuvimos que ponerles restricciones de ingreso, y en la medida que no estamos tan dependientes de los mercados internacionales el impacto será mucho menor".

El consumo de gas bajó en la semana


El gobierno se mostró satisfecho por los primeros resultados de la campaña de ahorro energético impulsada con el objetivo de evitar una crisis en el abastecimiento del gas y la electricidad que pueda representar un escollo para la consolidación del crecimiento de la economía.

Así, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se encargó de anunciar que en la primera semana del plan lanzado por el gobierno el consumo de gas bajó en comparación con la misma época del año anterior.

En consecuencia, el funcionario desechó que el déficit energético vaya a convertirse en un freno para el crecimiento económico.

"No creo que el problema energético se convierta en un freno para la economía argentina", indicó Fernández, quien admitió que la escasez de energía "ha generado expectativas negativas" en las empresas, pero subrayó que "en la última semana hemos consumido menos gas que en la misma época que el año pasado".

Así, puso de relieve que "la realidad del ahorro que se le pidió a los usuarios residenciales está funcionando", y añadió que se consumió "un millón de metros cúbicos menos que el gas inyectado".

A su criterio, el gobierno está "controlando la situación", y se mostró optimista porque "esto no signifique un parate para el desarrollo".

A pesar de la satisfacción del gobierno, el diputado socialista Héctor Polino presentó un pedido de informes al Poder Ejecutivo para que explique las razones por las cuales reasignó $ 755 millones que estaban destinados a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) para hacer frente a la crisis energética.

En los fundamentos de su presentación, Polino señaló que si los ingresos correspondientes a la seguridad social, superan realmente los recursos estimados en la Ley 25.827, "¿por qué no se destinan a mejorar los haberes de la clase pasiva, sobre todo la de aquellos que tienen las asignaciones más bajas?".