Estudiantes de Ramona viajarán a Cuba, donde disertarán sobre tres trabajos que se desarrollaron en Ramona -departamento Castellanos-, en el marco del programa Interjoven 2004, un encuentro de jóvenes agropecuarios que se realizará en La Habana, Cuba, entre el 1° y el 5 de junio próximo.

El proyecto más relevante que se expondrá en el salón principal de la conferencia está relacionado al trabajo que encaran alumnas del segundo año del polimodal de la escuela de enseñanza media San José de Calasanz, único instituto secundario de la localidad. Se trata del Proyecto Sator, que "refiere sobre las nefastas consecuencias del monocultivo de soja, problema que aún podemos evitar en nuestra zona, para el suelo y la sociedad toda", señalaron a El Litoral.

"El estudio de estas 9 alumnas -de entre 16 y 17 años- tiene como base demostrar las consecuencias que trae el monocultivo y de mentalizar a los productores y a la sociedad toda que la soja encaja a la perfección en un sistema de rotación, pero por sí sola no es la panacea ni mucho menos", señalan los estudiantes.

Según sus responsables los datos de este relevamiento "son contundentes, porque el monocultivo provoca el éxodo rural, la degradación del suelo y una marcada disminución de los puestos de trabajo".

"Por ejemplo dentro del trabajo se compara una zona netamente sojera con una zona tambera -como Ramona- y por cada puesto de empleo que da una zona sojera, una tambera genera cuarenta".

De esta forma se demuestra todo el daño que el monocultivo ocasiona, como la destrucción sistemática de las instalaciones, viviendas rurales, abandono de caminos, alguno de los cuales son prácticamente irreversibles.

Este grupo hace varios años que viene trabajando en este proyecto, que ya se presentó en varios puntos del país como Resistencia, Santiago del Estero, Buenos Aires -premio presidencial para la escuela-, tiene hoy la posibilidad de tomar difusión internacional ya que es este encuentro participarán más de 300 representantes de varios países.

El segundo trabajo se orienta al asociativismo rural, uno lleva más de doce años de vigencia y está compuesto por doce productores que comparten herramientas. En su momento hicieron compras en conjunto y alquilaron campos en forma comunitaria, lo que les permitió superar los duros años que le tocaron vivir al campo argentino, y hoy se encuentran en una situación favorable respecto al resto.

El tercer estudio que se va a exponer se basa en la fusión de empresas agropecuarias y demuestra el éxito que lleva a través de cinco años de funcionamiento. El fuerte es la potenciación de las habilidades de cada productor y cómo influyen en el conjunto las especificaciones y la intensificación del trabajo, sin extenderse demasiado en las hectáreas con laboreo, hoy por hoy el recurso más limitante.

Estas últimas tareas tienen la dirección técnica del ingeniero agrónomo Guillermo Fraire, quien también integra la fusión con su empresa agropecuaria y junto a Oscar Bonelli, serán los disertantes.

Las alumnas que intervienen en el proyecto son Estefanía Alessandria, María Florencia Cuvertino, Verónica Ferrero, Vanesa Giaveno, Marcia Luciano, Luisina y Melisa Martino, Virginia Pairone y María Cecilia Rolandi.

La profesora es Marta Correnti y el ingeniero agrónomo Guillermo Fraire se desempeña como asesor; mientras que la directora del establecimiento educativo es María T. De Gastaldi.