Duele perder 5 a 1. Duele por inesperada, por la forma en que se dio, porque enfrente había un equipo que, a priori, no implicaba un riesgo semejante. Y es indudable también que la goleada dejó sus secuelas. No sólo desde lo estrictamente futbolístico en cuanto a la conformación del equipo (hubo dos expulsiones y se agregan cambios tácticos), sino porque fue un cachetazo del que Unión tendrá que sacar sus conclusiones.

Como se dijo, las variantes llegaron desde todos los aspectos, las obligadas y las tácticas. Lo único que mantuvo Oyeras fue el esquema, ya que decidió continuar con la línea de tres para defender:

* 1) Las obligadas: que empiezan con las modificaciones que el técnico debió realizar ante las expulsiones de Vera y Cuba. Por eso aparece Pereyra como titular y se suma Battión al equipo, pero no en la función de Vera sino en la mitad de la cancha.

* 2) Las tácticas: en primera instancia, el técnico resolvió cambiar el arquero y le da la oportunidad a Tauber. Lo manda a Trotta atrás para que juegue de líbero y lo corre a Mosset al costado, en tanto que también cambia la posición de Urresti, pasándolo de izquierda a derecha, sacando de la formación titular al "Perro" Donnet, quien no ha mostrado, al menos en el arranque, la indudable jerarquía que tiene por tratarse de un jugador de primera.

La postura táctica no cambiará, como tampoco la intención de tratar de presionar al adversario en su propio terreno. Para ello es importante la presencia de Pereyra, no tanto para la presión sino para capitalizar los espacios reducidos y provocar el desequilibrio en base a su movilidad y habilidad.

Oyeras recupera al mejor delantero que tiene en el plantel. Y esto no va en detrimento de Cuba y Bazán Vera, que conforman, entre los tres (con Pereyra), un potencial interesante en el aspecto ofensivo y a los que también se puede sumar todo lo que insinúan, como proyecciones, Bassó, el "Memo" Torres y Weiner, que son los que esperan el turno desde atrás, aunque en el caso del "Memo" ya ha tenido la ocasión de mostrarse y de marcar aquel gol fundamental en la cancha de Lanús ante El Porvenir, la tarde que Unión evitó el descenso directo a la tercera categoría del fútbol argentino.

La impresión que se tiene es que no será fácil el partido de esta noche. Chicago no empezó bien el torneo, pero de todos modos es un equipo que seguramente tiene solidez y orden, atributos que se le reconocen a un técnico como Ricardo Rezza.

La seguridad de Daniel Islas en el arco, más la presencia de hombres experimentados como Cavallo, por ejemplo, o la potencia goleadora de Uriel Pérez, fundamentalmente, y Fabricio Simone, son algunos de los argumentos que tiene este equipo de Mataderos.

A pesar de los cinco goles que el equipo recibió en Mendoza, nadie ignora que Unión volverá a tener un buen apoyo de su gente, como casi siempre lo fue desde que descendió a la "B" Nacional. Ante Defensores de Belgrano y Defensa y Justicia, Unión llenó la cancha. Y la goleada en contra no aparece, más allá del dolor y decepción que pudo causar en la gente, como un elemento para suponer que la cancha no tendrá un buen marco esta noche.

El arranque del torneo ha dejado en claro que Unión tiene los mismos síntomas que la mayoría de los equipos de esta categoría: se hace muy fuerte como local, pero disminuye sensiblemente su rendimiento de visitante. Este es el mejor reaseguro que el equipo muestra a su gente para suponer que esta noche crecerá en su nivel e intentará olvidar la mala actuación -sobre todo en el segundo tiempo- del sábado último en Mendoza ante Godoy Cruz.

* 10. Son los años que Unión lleva sin ganarle a Nueva Chicago en el "15 de Abril". La última fue en la temporada "94-'95 (en el Nacional "B"), cuando lo derrotó por 3 a 1. La última victoria de Unión ante los de Mataderos fue el 28 de octubre de 2001, en primera y como visitante, cuando aquel equipo dirigido por Madelón lo venció por 3 a 0 con goles de Mazzoni y dos de Frutos. Ese día debutó Nereo Fernández en el arco rojiblanco.

Por Enrique Cruz (h)

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Oyeras trabajó mucho tiempo con Trotta de "5" y sabe por qué lo puso. La cuestión es que los cinco goles de Mendoza precipitaron algunas decisiones. Y la de Trotta fue una de ellas. No se invalida lo que Oyeras intentó. Creyó lo más conveniente para el equipo y eso no está en discusión. Pero Trotta tiene que jugar de último hombre, donde siempre jugó. Se beneficiará en todo: él, en lo personal, y el equipo también, porque tendrá mejor panorama y alcanzará, en ese lugar, la importancia que todos esperamos.

Después de aquel partido ante Villa Española de Uruguay dijimos que Trotta tiene suficiente jerarquía para jugar de "5". Pero lo obliga a recorridos y riesgos inútiles, exponiéndolo, por ejemplo, a ser fácilmente amonestado.

Con el buen momento de Mosset, más Trotta, más Ariel Donnet, la tentación a jugar con línea de cuatro es evidente. Si Oyeras apuesta a esta alternativa en algún momento, no creo que implique resignar su propuesta ofensiva, que está fuera de discusión. Resignaría un "5" y cubriría a los volantes laterales, que no tendrían la obligación de recorrer largos caminos, ya que contarían con el respaldo de un marcador de punta. Es una buena y tentadora posibilidad.

El partido principal arrancará a las 20.35 y previamente se jugará un partido preliminar entre un equipo de profesionales de Unión contra Sportivo Belgrano de San Francisco.

Las puertas del estadio se abrirán a las 18.45 y las entradas se venden en horario corrido desde esta mañana.

La popular cuesta 8 pesos; jubilados, pensionados y damas, 4 pesos; menores hasta 11 años inclusive, 2 pesos; damas no socias para ingresar al codo sudeste, 5 pesos. Plateas socios; palcos y techada, 25 pesos; laterales, 15 pesos; redonda, 10 pesos. Plateas no socios: laterales, 30 pesos y redonda, 25 pesos, en ambos casos con entrada incluida.

Los niños hasta 6 años no abonan platea pudiendo ingresar uno por adulto, mientras que de 7 a 11 años abonan platea menor para sectores laterales y redonda, a un valor de 5 pesos para socios y 15 pesos para no socios con entrada incluida.