Saramago quiere que esté pero García Márquez se niega

La decisión del Premio Nobel de Literatura 1998 generó una cadena de declaraciones en el mundo. FOTO: ARCHIVO EL LITORAL.. 

Finalmente el escritor portugués estará en el Congreso de la Lengua. García Márquez dijo que no asiste a "estos actos" y que se siente un invitado permanente de la Real Academia y el Instituto Cervantes. El gobierno argentino gestiona la invitación a partir de una petición del presidente.

Finalmente parece que el escritor portugués José Saramago estará en Rosario en noviembre para participar del III Congreso Internacional de la Lengua, así lo aseguran las últimas versiones periodísticas que invocan fuentes oficiales y españolas.

Saramago anunció ayer que no iba a estar en el congreso por no haber sido invitado el escritor colombiano Gabriel García Márquez. La decisión del Premio Nobel de Literatura 1998 generó una cadena de declaraciones en el mundo de la literatura y la rápida reacción del director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha. Este habló por teléfono con García Márquez quien habría solicitado que "rogase a Saramago que reconsidere su decisión".

En la conversación telefónica difundida por EFE, el colombiano aclaró que no tenía diferencias con la academia. "Soy académico, lo único que ocurre es que no dejo que me nombren para que así no me obliguen a ir a cosas de éstas".

"Y es bien sabido -continuó- que no asisto a estos actos, de la misma manera que desde que he recibido el Premio Nobel no me parece oportuno aceptar otros premios ni distinciones".

En el diálogo, también dijo que Argentina es el país que más ama y que ya tendrá oportunidad de ir. También aseguró: "Yo me siento invitado permanente de la Real Academia y del Instituto Cervantes".

KIRCHNER QUIERE QUE VENGA

La Cancillería argentina ha iniciado las gestiones diplomáticas para invitar al colombiano, que están al frente del canciller argentino, Rafael Bielsa, a partir de una petición personal del presidente Néstor Kirchner, a pesar de que la convocatoria a los invitados la decide el titular de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Humberto López Morales.

La subsecretaria de Cultura de Argentina y titular del Comité Ejecutivo del Congreso, Magdalena Faillace, explicó que la decisión de convocar al autor de Cien años de soledad fue tomada "personalmente por el presidente".

Faillace contó que el Congreso de la Lengua fue uno de los temas abordados durante la reunión que Kirchner mantuvo el viernes pasado con el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos, quien estuvo de visita oficial en Argentina. Ahí el presidente preguntó si García Márquez había sido invitado, y cuando le informaron que no había sido así, instruyó al canciller argentino, Rafael Bielsa, que también participó del encuentro con Moratinos, "para que lo hiciera en su nombre", señaló Faillace.

La funcionaria dijo que se pondrá en contacto en las próximas horas con las autoridades de la Real Academia Española y del Instituto Cervantes, que también son parte de la organización del evento, para comunicarles la convocatoria a García Márquez. (Télam/AFP/El Litoral).

Algo más que una botella al mar

La versión que corrió como barrera para su participación en el congreso a realizarse en Rosario, fueron los dichos del colombiano en el I Congreso de la Lengua que se realizó en Zacatecas (México en 1997). Allí propuso simplificar la gramática y humanizar sus leyes. Y en ese sentido dijo:

"... Aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos".

Más adelante en el discurso que tituló "Botella al mar para el dios de las palabras" disparó: "Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?".