Chávez señaló una tapera que había sido inspeccionada

Los medios nacionales dieron amplia cobertura a una posible nueva pista: un fiasco. Foto: imagen captada de la televisión.. 

Nueva revisión de la casa arrojó resultado negativo. Se diluyeron las expectativas que habían generado los dichos de la viuda de Lencina ante el fiscal Silva. La mujer guió al fiscal federal hasta el sitio donde entendió que su ex esposo había ocultado a la menor.

Cercano el mediodía de hoy, en un punto situado entre Paraná y San Benito, el fiscal federal Mario Silva inspeccionó una casa abandonada en la cual, según Mirta Chávez, su ex esposo Miguel Lencina podría haber ocultado a Fernanda Aguirre, la menor de 13 años desaparecida el domingo 25 de Julio.

La propia Mirta Chávez, quien fue llevada al lugar por una comisión formada por agentes de la la Policía Federal Argentina, señaló la tapera y en ese mismo momento todas la expectativas se diluyeron, porque la ruinosa construcción -también los terrenos que la circundan-, ya había sido inspeccionada con anterioridad -en reiteradas oportunidades-, siempre con resultado negativo.

Ayer a la tarde por segunda vez la viuda de Lencina amplió su declaración ante el fiscal Silva y entonces refirió que aquel domingo, cuando daba un paseo junto a su ex esposo Lencina y dos sobrinos, el hombre se detuvo ante una casa derruida para recordar que allí había vivido una novia suya.

Después, la Chávez describió el lugar diciendo que se trataba de una casa totalmente vacía, una tapera solitaria, un sitio que podría reconocer en caso de verlo nuevamente y se ofreció al Dr. Silva para guiarlo hasta el lugar cuando él lo dispusiera.

Tierra greda

La nueva versión habría interesado al fiscal cuando la mujer hizo mención a la lluvia de aquel día y al barro que rodeaba al inmueble, barro que asoció con los restos de tierra greda que observó adheridos a las zapatillas que Lencina quemó horas después que ella gestionara el pago del rescate por una persona desconocida para ella, hasta ese momento.

Después -así lo dejó entrever el defensor de Chávez, Luis Rodolfo de Aguirre-, dijo haber preguntado a Lencina por la suerte corrida por la secuestrada a lo que el hombre le habría respondido que, supuestamente, se había ahorcado ella misma cuando quiso zafar de las ataduras. Lencina habría atado a la menor, sujetándola al tronco de un árbol con un largo cable que también anudaba su cuello y ambas muñecas.

La mención de la tapera alejada de otras edificaciones, tal como la inspeccionada hoy en las proximidades de David y Caputto, resultó altamente sugestiva porque, en su nuevo relato la mujer recordó que Lencina le dijo que había dejado atada a su víctima, en un lugar donde, por más que gritara, nadie la iba a escuchar.

No obstante, el resultado negativo de las diligencias practicadas hoy, los dichos de Chávez podrían ser veraces cuando pretende reproducir lo referido por el difunto Lencina, pero el fiscal -también la policía-, habría descartado definitivamente el paso o la permanencia de Fernanda en el sitio señalado.

José Luis Pagés