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Preocupa la rápida expansión del sida en Centroamérica
A través de la costa caribeña, se extiende la enfermedad y los países más afectados son Honduras, Guatemala y El Salvador. Los datos se desprenden del Programa de las Naciones Unidas contra el Sida.

EFE

La epidemia de sida se está expandiendo rápidamente en América Central debido, entre otros factores, a los flujos migratorios, la posición de la mujer en la sociedad y la pobreza, reveló el director del Programa de las Naciones Unidas contra el Sida (Onusida), Peter Piot.

Igualmente influyen "la falta de apertura hacia la sexualidad y las maneras de prevenir los contagios", recalcó.

Las tasas de incremento más alarmantes se registran a "lo largo de las costas caribeñas, lo que refleja la epidemia en el Caribe" y afectan sobre todo a las minorías étnicas, según los datos de los que dispone Onusida.

"En cada país de Centroamérica vemos actualmente un constante incremento de las infecciones de sida. Honduras es el país más afectado, pero también en Guatemala, El Salvador y en los demás países los casos están aumentando", dijo Piot a EFE.

El experto señaló que, aunque se trata de naciones que tienen una baja prevalencia de la enfermedad (del 1 al 3 por ciento), "la experiencia demuestra que cuando empezamos a ver este tipo de subidas la situación tiende a empeorar mucho en pocos años si no se actúa".

Restricciones

Sobre las implicaciones del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos en la lucha contra el sida, Piot confirmó que el convenio "restringe las importaciones de (medicamentos) genéricos".

Precisó, sin embargo, que los países de la región pueden recurrir a las opciones de flexibilidad que les ofrece el acuerdo sobre aspectos de la propiedad intelectual relacionados con el comercio (Trips) de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Todo depende realmente de los gobiernos", afirmó el director de Onusida. Al formular un balance de la situación del sida en el mundo, Piot consideró que uno de los aspectos más positivos en el último año ha sido el aumento del gasto en programas contra ese mal en los países en desarrollo.

De 200 millones de dólares que se destinaron en 1996 -año de la creación de Onusida- se ha pasado a 6.100 millones en el 2004, lo que representa 34 veces más.

No obstante, el responsable de la agencia de la ONU explicó que "los recursos todavía no son suficientes" y las necesidades para este año equivalen a 10.000 millones de dólares.

Un año clave

Piot recalcó que 2005 es un año crucial para la lucha contra la enfermedad en el mundo y que el desafío más próximo es garantizar "compromisos de largo plazo en términos de financiación porque está claro que el sida estará con nosotros durante generaciones".

Recordó que cuando una persona empieza un tratamiento contra el mal debe seguirlo el resto de su vida, lo que explica que uno de los mayores desafíos sea "contar con financiación sostenible y predecible".

Sobre las regiones que más preocupación causan por la proliferación de la epidemia, Piot mencionó, además de Centroamérica, Europa del Este, Asia Central y Rusia.

Al referirse a las prioridades de Onusida, su titular citó la necesidad de utilizar de manera efectiva los recursos financieros puestos a disposición por la comunidad internacional para frenar el avance del sida, particularmente en África.

Finalmente, destacó la importancia de crear un sistema único para que los países e instituciones puedan controlar el buen uso de sus donaciones, pues las naciones pobres no cuentan con la capacidad para responder a los diversos requerimientos de cada donante.

Falta mucho para descubrir una vacuna

El director del Programa de las Naciones Unidas contra el sida (Onusida), Peter Piot, expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que se descubra una vacuna contra esa enfermedad en un plazo relativamente corto.

Actualmente, sólo hay dos productos desarrollados en laboratorios de Tailandia y Estados Unidos que se están probando en seres humanos para establecer su efectividad, reveló.

Lamentó, sin embargo, que no se hayan realizado avances científicos concretos que permitan prever que el descubrimiento de la ansiada vacuna está cerca y, más pesimista aún, sostuvo que "no hay garantía de que vaya a haber una vacuna".

"No sabemos adónde ir, no sabemos qué tipo de anticuerpos debemos estimular", declaró el responsable de Onusida.

Recordó que en 1984 se anunció el hallazgo del virus causante del sida y entonces se afirmó que una vacuna estaría lista en el plazo de cinco años, pero "han pasado 21 años y seguimos en medio de la nada".

Según los datos más recientes de este organismo, más de 40 millones de personas en el mundo están infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Piot señaló que una esperanza para frenar la expansión de la epidemia es el desarrollo de un microbicida (bajo la forma de gel) que puesto en la vagina mataría el virus durante el acto sexual.

En la actualidad -recordó- más de la mitad de las nuevas infecciones ocurren en mujeres en un contexto en el que la epidemia se ha logrado introducir en el núcleo familiar.

Indicó que esto sería una opción alentadora para las mujeres que tienen una relación estable y cuya única esperanza actualmente es confiar en la fidelidad de sus parejas o convencerlos del uso del preservativo.

Sobre esta última posibilidad, Piot dijo que no es realista sobre todo dentro del matrimonio, como tampoco lo es -agregó- la abstinencia.

"La abstinencia no es una opción en el matrimonio y negociar el uso del preservativo es difícil en cualquier relación y en cualquier cultura, sobre todo dentro del matrimonio", insistió.

De ser una enfermedad con incidencia en ciertos grupos -como homosexuales y drogadictos-, el sida ha pasado a ser un mal que puede prácticamente afectar a cualquiera.

Piot sostuvo que en la actualidad se están probando 15 tipos de microbicidas "en miles de mujeres" y consideró que éstos podrían estar listos dentro de 3 ó 4 años.